Después de visitar la Cueva Galiana Alta, nos vamos a recorrer un pequeño tramo del Cañón del Río Lobos.
Seguimos por la SO-920 dirección a Ucero y cuando hayamos terminado
todas las curvas de la bajada, al pasar por encima del Río Ucero,
veremos unos carteles que nos señalizan la dirección hacia el Cañón del
Río Lobos / Ermita de San Bartolomé, tomaremos ese desvío hasta llegar
al aparcamiento de la Ermita de San Bartolomé
La zona de aparcamiento es amplia y tiene mucha capacidad de coches, pero si llegamos tarde ... es probable que la encontremos llena y nos tengamos que ir a un parking anterior y caminar un poquito más.
A unos metros del coche tenemos un enorme panel informativo sobre el Parque Natural del Cañón del Río Lobos.
Nuestro destino, la Ermita de Bartolomé, la tenemos a un kilómetro, un paseito de nada.
El grupo se ha adelantado mientras que Barbie y yo nos hemos quedado en la retaguardia.
Otro panel informativo sobre la Senda del Río, un tramo del PR-SO-BU 65 que recorreremos hasta la ermita.
Dejamos el camino delimitado y salimos a "campo abierto". En un tronco hay un cartel indicando la dirección hacia la Senda del Río.
Pasamos por encima del Río Lobos a través de una rejilla metálica, a Barbie no le ha gustado mucho ya que se la clavaba en sus patitas.
Pasado el puente de rejas el camino es totalmente plano.
Una señal para que confirmemos si vamos por el camino correcto o no, aquí convergen dos PR y un GR y como nos equivoquemos en un desvío, la podemos liar parda.
A la derecha del camino, podemos ver los riscos donde anidan muchas parejas de buitres leonados, si tenemos buena vista podemos ver algun pollo asomando en el nido.
Judit y mi padre de lo toman con más calma, muuuucha más calma.
Un montón de leña apilada al lado del río, el bosque está limpísimo de ramas o troncos caídos.
Una enorme mariposa se posa en una hojas y se queda totalmente quieta para que pueda ser fotografiada.
El Río Lobos cada vez es más pequeñito a medida que se acerca a su desembocadura en el Río Ucero.
El camino se estrecha bastante y para dar un poco de seguridad al senderista hay unas rudimentarias vallas de madera, por si acaso, no os apoyéis mucho.
Un enorme monolito destaca de entre todas las rocas a nuestra izquierda.
Continuamos rectos dirección a 7 Ojos / Casarejos / Hontoria del Pinar.
Dejamos el camino de la Senda del Río y vamos a para a una enorme esplanada.
Delante nuestro la Ermita de San Bartolomé, una iglesia construida en medio del Cañón del Río Lobos en el primer cuarto del siglo XIII, cuando el estilo románico daba paso al gótico, transición que quedó plasmada en la obra arquitectónica. Formaba parte de un cenobio templario del que sólo se conserva la capilla. La entrada a la ermita cuesta 2 Euros, destinados a la conservación del Parque Natural del Cañón del Río Lobos.
A la derecha de la ermita, tenemos un par de jovenes olmos junto a un panel informativo que nos explica que los viejos olmos que estaban junto a la ermita murieron a causa de una infección causada por unos hogos.
Nos dirigimos a la Cueva Grande y el Río Lobos nos ofrece esta espectacular vegetación acuática.
El Río Lobos separa la Cueva Grande de la Ermita de San Bartolomé, hay un puente de madera por el que podemos cruzar al otro lado.
Buscando batracios entre los nenúfares sin suerte.
Ví un punto por donde se podia bajar hasta el río a ver si veía alguna ranilla para fotografiar pero tampoco tuve suerte, ahora a subir de nuevo al camino.
Judit junto al puente que cruza el Río Lobos hasta la Cueva Grande.
Nada más pasar el puente, la Cueva Grande a nuestra derecha.
Realmente es un pedazo de cueva, su entrada es enorme
Una vez entramos tenemos que subir una empinada cuesta de arena muy fina para llegar hasta el final de la cueva.
Judit y yo trepamos el último tramo para llegar hasta el fondo de la cueva, el problema es que la tierra del suelo es tan fina que a la mímina que te mueves un poco se levanta muchísimo polvo y se forma una nube que ni te deja ver ni respirar, hay que ir con pies de plomo.
Bajamos como podemos por la resbaladiza cuesta y tenemos unos contraluces muy chulos.
Las vistas de la Ermita de San Bartolomé desde la entrada de la Cueva Grande es muy bonita.
Saliendo de la Cueva Grande.
Apenas se aprecia, pero tengo las zapatillas de deporte, piernas y pantalones marrones de la arenilla que se ha levantado en la cueva, como cuando de niños íbamos al parque y acabámos llenos de tierra jajajaja.
Saliendo de la Cueva Grande hay una roca con un agujero desde el que se ve la Ermita de San Bartolomé.
Ya que estamos, vamos a visitar la Ermita de San Bartolomé y de paso ayudar a la conservación del parque.
Tal cual salimos de la Ermita de San Bartolomé subimos a otra esplanada.
Desde la esplanada continuaremos por un camino que sube. A unos metros lo dejaremos para ir por nuestra derecha y llegar al Balcón del Diablo.
Cuanto más subimos, más bonita es la vista del cañón con la Cueva Grande y la Ermita de San Bartolomé.
El Balcón del Diablo, un curioso mirador que la erosión ha formado con el paso de los años, muchímos años.
Regresamos a la Ermita de San Bartolomé donde la mitad del grupo se ha quedado a la sombra y emprendemos el regreso al coche.
A la izquierda uno de los jóvenes olmos del cañon, a la derecha el Balcón del Diablo. Si nos fijamos bien, encima hay unos cuantos nidos de buitres leonados con los pollos esperando a que sus padres les traigan algo de comer.
Barbie se ha revolcado por el suelo y ... así de limpia ha quedado jajajaja.
Aprovechamos un punto en el que se puede accedir bien al Río Lobos y Barbie se baña y bebe agua fresquita.
Llegamos a otro puente de madera y en vez de volver por la derecha, por la Senda del Río, lo haremos por la izquierda, por un camino forestal.
El camino en esta parte inicial del retorno es totalmente plano.
Y bajo una buena sombra que nos ofrecen los pinos.
Llegando a la parte final del camino forestal, hay una pequeña cuesta y una curva hacia la izquierda, aprovechemos para dar un último vistazo a esta maravilla que nos ofrece la naturaleza.
Al llegar al final del camino una curiosa ¿estatua? hecha en el tronco de un arbol muerto.
Y la fuente natural de Valdecea. Aunque no está sometida a ningún tratamiento natural al ser agua de mantial está muy buena y fresquísima, nosotros bebimos todos y todavía estamos sanos jejeje.
Lo mejor de la fuente es que es de manivela, hay que bombear un poco para que saque agua. Una excursión cortita, fácil y ideal para todos los públicos para hacernos una pequeña idea de lo que es el Cañón del Río Lobos. La podemos combinar perfectamente con la visita a la Cueva Galiana Alta y la Casa del Parque, que la tenemos a pocos metros al salir del cañón dirección Ucero.
FOTOS
DESNIVEL
MAPA
TRACK GPS
Distancia: 3 kilómetros
Desnivel: 80 metros
Duración: 2 horas
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