Esta mañana vamos a ir a conocer un poco Soria capital y después haremos un paseito junto al Duero para ir a visitar la Ermita de San Saturio, una ruta de senderismo "urbano".
Para llegar hasta el aparcamiento, nosotros como veníamos desde en centro urbano de Soria, seguimos por la N-234 y al poco de pasar un puente sobre el Río Duero, ya hay un cartel señalizando la Ermita de San Saturio.
La zona para aparcar es gratuita y bastante grande, pero está llena de coches, por suerte para nosotros encontramos una plaza libre.
Tal cual dejamos el coche ya veremos los carteles que nos indican la dirección a seguir para llegar a la Ermita de San Saturio.
Empezamos la ruta yendo por la carretera hacia la ermita, no suelen pasar muchos coches, y este tramo inicial es muy estrecho, apenas pasa un coche, sobre todo cuando hay que pasar por debajo de la Ermita de San Polo.
Después de pasar la Ermita de San Polo, el camino se vuelve muchísimo más ancho.
Tenemos dos opciones para llegar a San Saturio, o seguimos por la carretera o vamos por un camino junto a la orilla del Duero que empieza un poquito más adelante de San Polo.
Nosotros decidimos ir por la carretera, junto a la orilla de Duero no había casi ninguna sombra y por aquí teníamos árboles a ambos lados que nos ofrecían alguna que otra sombra.
El camino hasta San Saturio tiene unos lavabos públicos a mitad del recorrido. Aquí esperando a la sombra mientras hacemos cola para ir al baño.
El trayecto desde el parking hasta la ermita son 1,2 kilómetros que se hacen en un periquete.
Subimos unas escaleritas y llegamos a la Ermita de San Saturio. Para ser agosto, está muy lleno de gente. San Saturio es el patrón de Soria desde el año 1628 y tiene muchísmos devotos.
La visita a la ermita es gratuita y tiene unos horarios de apertura para las mañanas y para las tardes, como los perros no pueden entrar, a no ser que sean perros guías, mi padre y no nos quedamos fuera a esperar que las chicas visiten la ermita para después ir nosotros. La duración estimada de la visita es de unos 15-20 minutos como mínimo, a partir de ahí, cada cual puede estar lo que le apetezca.
Entramos en la ermita y pasamos por distintas estancias: Cueva de San Prudencio, Sala de los Heros y llegamos a unas escaleras que nos llevan hasta la parte superior de la ermita. Hay que tener en cuanta que esto es una cueva a la que San Saturio se retiró cuando sus padres murieron para dedicarse a una vida de oración continua y contemplación. Pertenecía a una familia muy rica y repartió toda su fortuna entre los pobres para poder dedicarse a esta vida de anacoreta.
Seguimos subiendo por las escaleras.
Y continuamos subiendo más escaleras, a este paso vamos a terminar viendo a San Pedro en persona jeje.
Llegamos a la Capilla del Arcángel San Miguel. En esta estancia fue donde San Saturio habitó y oró a San Miguel, y aquí mismo fue enterrado por San Prudencio, tal y como se puede leer en la lápida.
El Arcángel San Miguel es el primero de los siete arcángeles. Se le considera el jefe de los ejércitos de Diós en la religión judía, islámica y cristiana, de ahí que se le suela representar con armadura, lanza y escudo.
Salimos de la Capilla de San Miguel y continuamos nuestra visita para llegar a la Sala Vivienda del Santero donde apenas hay cuatro muebles, nada que no sea lo imprescindible para poder llevar una vida dedicada a la oración.
También podemos ver una reproducción del santo leyendo las sagradas escrituras.
La siguiente sala es la del ayuntamiento, una sala presidida por el escudo de Soria desde donde hay unas magníficas panorámicas del "arco de ballesta" del Duero. Al salir de esta sala llegamos a la Sala de los Canónigos, donde en un libro podemos rubricar nuestra visita a este lugar y plasmar nuestros deseos a San Saturio.
La siguiente estancia a visitar es la Sacristía. Un retablo barroco ocupa el espacio donde se levantaba el altar documentado en el siglo XVIII como "camarín del Santo Cristo".
En la capilla podemos ver un busto de San Saturio. Fue realizado a principios del siglo XIX y contiene en el pecho una falange del santo protegida tras un cristal.
Una vez terminada la visita salimos al exterior por al parte más alta de la ermita.
Toca bajar unas cuantas escaleras para llegar hasta la entrada de la ermita.
Bajando vemos una entrada cerrada con una puerta metálica, debe ser otra entrada a la ermita.
El campanario de la ermita.
Las vistas del Duero son una pasada.
Delante tenemos el Paseo de San Prudencio, por el que haremos el regreso hasta el coche.
Otra cruz del Via Crucis.
Cuanto más bajamos, mejor se ve la Ermita de San Saturio.
Últimas escaleras y llegamos a la entrada de la ermita, ahora mi padre y yo haremos la visita y luego marcharemos hacia la otra orilla del Duero para terminar esta ruta.
Una vez acabada la visita de la ermita, bajamos unos metros por la carretera de acceso y veremos unas escaleras que nos llevan hasta el Duero.
A simple vista nos puede dar la impresión que hay muchísimas escaleras, pero nada de eso, son poquitas y en un plís llegamos al puente.
La mitad del grupo se ha rajado y al final los únicos que haremos el regreso por el Paseo de San Prudencio somo Judit, las bichas y yo.
El Río Duero.
Mientras pasamos por el puente podemos observar que hay muchos candados, se les conoce como candados del amor, estos candados suelen representar el vínculo eterno del amor entre dos personas debido al carácter irromplible del candado ... pues vale.
Judit en el puente junto a algunos de los candados del amor.
En esta parte del Paseo de San Pancracio los árboles son muy jovencitos y apenas dan sombra, así que aceleramos el paso en busca de árboles más creciditos.
200 metros más adelante llegamos al lugar donde termina la carretera, el paseo se ensancha muchísimo más y los árboles dan muy buena sombra.
En la otra orilla entre los árboles vemos a mis padres y Gemma, les hacemos señales pero no se dan cuena que estamos justo al otro lado así que seguimos andando.
Esta orilla del río está llena de parques infantiles.
También vemos a mucha gente remojando gusanos en el agua, porque lo que es pescar ... nada de nada jejeje.
Vegetación típica de las riberas de los ríos.
Vemos una fuente de agua en este parque así que entramos a refrescarnos y darles de beber a las bichas y ... acabamos con el agua hasta los tobillos, el césped estaba anegado de agua y no se veía jajajaja.
Ya casi estamos a la altura de la Ermita de San Polo, pero justo en la orilla opuesta, queda poquito para llegar al coche.
Otro enorme parque infantil en el que se advierte que está totalmente prohibida la entrada de perros. Con tanto verde que hay no les hace falta entrar para nada, aquí hay verde de sobras para todos.
Al llegar a la Senda de los Pescadores bajamos por unas escaleritas hasta el río para cruzarlo.
Unas pasarelas de madera nos llevarán hasta la otra orilla.
De camino podemos ver algún que otro pequeño salto de agua.
Las pasarelas te llevan hasta otra enorme zona verde conocida como Paraje Natural Soto Playa.
En total son tres pasaleras de madera hasta Soto Playa.
Finalmente tomamos el puente que cruza el Río Duero y al terminar giramos hacia la derecha para llegar hasta el coche. Una excursión suave, tranquila, relajante e imprescindible si venimos a Soria capital. Primero podemos ver el centro histórico que es muy bonito, comernos unos torreznos y venir a terminar la visita haciendo este paseo.
FOTOS
DESNIVEL
MAPA
TRACK GPS
Distancia: 3 kilómeros
Desnivel: 20 metros
Duración: 2 horas
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