Empiezo el mes de marzo con dos 100 Cims en una misma mañana: el Montmagastre y el Puig de Grialó. Los dos están bastante cerquita el uno del otro, 30 minutos en coche, y las rutas que he buscado no son muy largas. El primer 100 Cim que haré hoy, el Montmagastre.
Para llegar al punto de inicio nos tenemos que desplazar hasta Montmagastre. Si tomamos como referencia Artesa de Segre, desde allí iremos por la L-512 dirección Isona / Tremp. A los pocos metros de pasar el punto kilométrico 8, continuaeremos por el desvío a nuestra derecha dirección Montmagastre.
Luego solo nos queda seguir 5,6 kilómetros por la Carretera de Montmagastre, para llegar a este pequeño pueblo de carácter diseminado, perteneciente al municipio de Artesa de Segre. Junto a un monolito con una placa de agradecimiento a las personas que colaboraron en la construcción de esta carretera, tenemos un cartel con las diferentes casas que forman Montmagastre.
Nosotros ahora mismo estamos en Cal Gardela. No hay ninguna zona específica donde podamos aparcar el coche, así que lo dejaremos donde menos pueda molestar.
Una vez que estemos preparados, empezamos a caminar por la Carretera de Montmagastre.
Dejamos Cal Gardela detrás nuestro, y pasamos junto al cartel del inicio del pueblo de Montmagastre.
A unos 300 metros del cartel de Montmagastre, a mano izquierda, tenemos un desvío para ir hacia un dolmen.
El camino para llegar al dolmen no empieza en el poste, sino a unos pocos metros a su izquierda, marcado con dos grandes piedras.
Vamos siguiendo los hitos de piedras que nos señalan hacia donde tenemos que ir.
Y en unos 60 metros llegaremos al Dolmen de Montmagastre.
Este dolmen es bastante simple. No es muy grande y tiene forma rectangular. La losa que haría las funciones de cubierta está en el suelo y tiene tres agujeros. También se le conoce como Dolmen de Cal Farré.
Volvemos a la Carretera de Montmagastre y ahora pasaremos junto a Cal Donzell.
A pocos metros de Cal Donzell, a nuestra derecha, veremos un camino de tierra y un poste. Iremos por este camino dirección Castell Montmagastre. A lo lejos, en el horizonte ya podemos ver el 100 Cim.
Caminamos 150 metros y llegaremos a una bifurcación. Nosotros tenemos que ir hacia la izquierda.
A la que llevamos un poquito de camino, pasamos junto a un depósito de agua. A lo lejos, el Castell de Montmagastre.
Pasado el depósito, junto a un muro de piedra, veremos un poste con dos carteles de madera, señalizando el camino para subir al castillo.
Así que dejaremos el camino por el que vamos y empezaremos a subir por un estrecho corriol.
A medida que vamos ganando altura, podemos ver las diferentes casas que forman este núcleo diseminado.
Vamos a parar a un pequeño claro donde hay una encina y se cruzan varios caminos.
Aquí iremos hacia la izquierda para subir directos al Castell de Montmagastre. Tendremos que hacer una pequeña grimpada al principio, luego ya se puede hacer caminando sin problemas.
La subida por este corriol tiene una buena pendiente. De hecho, esta va a ser toda la subida que haremos en toda la ruta.
Cuando llevemos unos 170 metros desde que empezamos a subir, pasaremos junto al Castell de Montmagastre. De momento no entraremos en él, así que lo rodearemos por su izquierda y continuaremos subiendo.
Una vez que pasamos el Castell de Montmagastre, la parte final de la subida es por una zona de rocas totalmente desnuda de vegetación.
Al terminar la subida, veremos un enorme montón de piedras, y sobre ellas el vértice geodésico del Montmagastre. El camino nos obligará a rodearlo por su izquierda y así podremos acceder a él por la parte trasera. Y colorín colorado, otro 100 Cim al que hemos llegado.
100 Cim - Montmagastre (764 metros).
Como el día está muy nublado, sopla bastante viento y empieza a chispear un poco, no me quedo mucho rato en el Montmagastre, así que empiezo a bajar, y ahora sí que entro en el Castell de Montmagastre.
Aunque su estado actual es ruinoso, este castillo fue uno de los más importantes en la época de la reconquista, y en la formación del Comptat d'Urgell. Hay documentos del año 1003 en los que se menciona el castillo. Entre los años 1018 y 1026, los condes Ermengol II d'Urgell y Berenguer Ramon I de Barcelona, firmaron en este castillo la organización del territorio situado entre el Montsec de Rúbies y el Río Segre, lo que demuestra la gran importancia que tuvo en su momento.
En su parte inferior se puede ver el acceso a unas cisternas, pero el gran riesgo de derrumbamiento desaconseja totalmente entrar en ellas, así que hay que conformarse con mirarlas desde fuera.
Junto al castillo, mejor dicho, fusionado al castillo, tenemos la Església de Sant Miquel, de la que se conserva el campanario y un ábside románico del siglo XIV. Si nos fijamos bien, en sus paredes podemos ver algunos dibujos de la época medieval: guantes de malla, una corona, un águila y una lanza.
Cuando hayamos terminado de ver las ruinas del Castell de Montmagastre, bajaremos por el mismo camino que hemos subido hasta llegar al inicio de la subida. Recordad que habrá que hacer una pequeña desgrimpada en la parte final.
Ahora, si miramos hacia el Castell de Montmagastre, continuaremos por el camino que tenemos a nuestra derecha.
El tramo por el que vamos a ir ahora tiene bastante vegetación pero, aún así, podemos intuir perfectamente por donde hemos de ir.
A unos 80 metros de haber empezado, llegamos a un pequeño claro donde hay varios carteles de madera. Nosotros iremos hacia la derecha, dirección Camí de Folquer.
De nuevo el camino está un poco lleno de vegetación. Saldremos a unos campos, y luego iremos girando hacia nuestra izquierda.
Una enorme piedra con otra encima de ella nos servirán de referencia para guiarnos hacia dónde tenemos que ir.
Finalmente, después de caminar unos 120 metros desde el cartel de Camí de Folquer, vamos a parar a otro camino. Aquí giraremos hacia nuestra derecha.
Ahora el camino baja en suave descenso.
A diferencia del anterior, es mucho más ancho, y sin tanta vegetación por en medio.
Cuando llevemos unos 200 metros por este nuevo camino, estaremos atentos para no perdernos unas pequeñas cuevas que hay a nuestra izquierda.
Junto a las cuevas, aunque están cubiertas por las hojas, se puede ver claramente lo que antaño fueron unas trincheras.
Volvemos al camino y continuamos bajando.
Una piña en medio del camino ... seguro que Barbie la habría cogido para terminar lo que queda de ruta con ella 😔.
Dejamos el bosque detrás nuestro y el camino se despeja totalmente, llevándonos hasta unos campos de cultivo.
Ahora tenemos que atravesar el campo que hay delante nuestro para seguir con la ruta. Si no estuviera sembrado, podríamos seguir rectos, pero como sí lo está, y no es plan de pisar lo sembrado, lo rodearemos por nuestra izquierda.
Rodeamos el campo, y vemos un camino que surge entre dos encinas, señalizado con una enorme fita de piedras. Bajamos unos metros y giramos hacia nuestra derecha.
Avanzamos unos 80 metros por este senderito, y de repente se despeja por completo. Delante nuestro ya podemos ver el Camí de Folquer.
Giraremos hacia nuestra derecha y encaramos la parte final de la ruta, mientras delante nuestro tenemos el Montmagastre.
El Camí de Folquer es una carretera de tierra muy ancha. Tiene una distancia de 4,7 kilómetros, y va desde la Casa Gran de Folquer hasta Montmagastre.
Poco antes de llegar a Montmagastre, pasaremos junto a una enorme roca, donde hay un poste con las indicaciones para llegar al Cementiri de Montmagastre. Nosotros continuaremos rectos por el Camí de Folquer.
Llegamos a la parte final del Camí de Folquer, y de nuevo estamos en Montmagastre / Cal Gardela.
Un poquito a la izquierda de Cal Gardela, hay una fuente de la Associació d'Amics del Castell de Montmagastre, le damos un pequeño vistazo, y ya podemos dar por terminada esta pequeña, pero interesante ruta. Una excursión circular, con poca dificultad física. Solamente sudaremos un poquitín cuando subamos y bajemos del Montmagastre. La visita al Castell de Montmagastre es muy chula, pero hay que ir con cuidado dado su estado ruinoso. Luego solo hay que estar atentos a los puntos donde tenemos que ir girando, y ... a disfrutar de la ruta.
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