Por la mañana hemos ido a la Vía Verde Itsaslur y Vía Verde del Piquillo, así que como nos queda toda la tarde libre, Judit y yo nos vamos a hacer otra ruta, Cueva de Baltzola, Túnel de Abaro y Cima de Garaio.
Para llegar al punto de inicio, tendremos que acercarnos hasta el Parking Cueva Baltzola, si lo ponemos en Google Maps, tal cual, nos llevará directos hasta allí. La otra opción es poner en el GPS del coche que nos lleve hasta Indusi (Bizkaia), y cuando estemos en la BI-2543, entre el punto kilométrico 29 y 30, junto a una parada de bus, tenemos el cartel que nos indica "Cueva de Baltzola". Salimos de la BI-2543, seguimos un poquito por la carretera donde nos ha desviado y llegaremos al parking.
La zona de aparcamiento es grande y está señalizada.
Nos ponemos las botas de montaña, pillamos la mochila con agua y algo para merendar, y empezamos la ruta, en total serán 7 kilómetros 400 metros, con un desnivel positivo acumulado de 430 metros. Justo delante de la zona para aparcar, tenemos un panel informativo sobre el parque de Urkiola al inicio de un puente sobre el Río Indusi. También hay un poste indicando el camino hacia Baltzola, y por si no tuviéramos suficiente, también están las marcas del PR-BI 41, así que pasamos por el puente para iniciar la ruta.
Subimos por la carretera y pasamos junto al Caserío de Jibiltar.
La carretera finaliza en el caserío, entonces seguiremos por un sendero que hay a su derecha.
Un poquito más adelante, hay una puerta para evitar el paso del ganado, en ella, las marcas del PR, vamos bien. Una vez que la hemos cruzado, la volvemos a dejar cerrada.
Pasada la puerta metálica, el sendero baja hasta el arroyo de Kobako erreka, que cruzaremos por un pequeño puentecito de hormigón.
El camino gira hacia la derecha y sube hasta llegar al Arco de Jentilzubi, la puerta al mágico mundo kárstico de Baltzola. Cuentan las leyendas que este arco fue construido por los forzudos gigantes denominados jentilak, que vivieron en el refugio de Axlor. Parece ser que no pudieron concluirlo porque, al oír las campanadas de la ermita de San Francisco, desaparecieron junto con las lamias a través del río que atraviesa varias cuevas.
Pasamos el arco y el camino continúa subiendo, al llegar a una curva cerrada, veremos un pequeño sendero que sale a su derecha y nos lleva hasta las Cuevas de Axlor. Tras visitar las Cuevas de Axlor, volvemos sobre nuestros pasos y seguimos subiendo hasta ver otro pequeño sendero que sale por la izquierda del camino y que nos llevará hasta la Cueva de Baltzola.
Subimos entre la maleza, hacemos unas grimpadas para llegar a la entrada de la Cueva de Baltzola y ... sorpresa, está cerrada. Judit y yo nos quedamos con cara de tontos y se nos ocurre mirar por internet a ver si vemos algo que se nos haya pasado por alto, y efectivamente, las Cuevas de Baltzola están cerradas desde abril de 2021 a causa de un brote de fiebre Q que ha afectado a más de 100 persona, este tipo de fiebre está causado por las heces de los animales que pastan por estos alrededores y el polvo que se acumula en el interior de la cueva, como si no tuviéramos suficiente con el Covid. Ahora entiendo el porqué en Google Maps aparece el parking de las Cuevas de Baltzola como temporalmente cerrado. Primer revés en la ruta, así que ahora toca improvisar, volveremos sobre nuestros pasos hasta el desvío que tomamos en el camino principal para llegar hasta aquí, y seguiremos subiendo a ver si podemos retomar la ruta prevista más adelante.
Una vez en la pista principal de nuevo, avanzamos unos metros y vemos un poste indicativo, nosotros seguiremos subiendo por la derecha dirección Baltzola.
Mientras subimos, iremos viendo las marcas del PR-BI 41, señal que vamos por el buen camino.
La "nueva ruta" nos lleva hasta un pequeño claro donde hay otro poste indicativo.
Como vamos bien de tiempo, vamos a bajar por la izquierda para ver la salida de la Cueva de Baltzola y acercarnos hasta el Túnel de Abaro, a ver si por allí sí que podemos pasar por él.
Bajamos por el estrecho caminito nos llevará hasta la salida de la Cueva de Baltzola.
Llegamos y como era de esperar, cerrada y electrificada, mucho cuidado con tocar los cables si no queremos llevamos una pequeña y desagradable descarga eléctrica.
Desde la salida de la Cueva de Baltzola, hay un sendero que nos lleva hasta la entrada del Túnel de Abaro, así que vamos por ahí a ver qué nos encontramos.
Y colorín, colorado, el Túnel de Abaro está cerrado. Nos acercamos, le damos una ojeada y volvemos sobre nuestros pasos, ¡¡maldita Fiebre Q!!, la que nos ha jugado.
De regreso al claro que había en el camino principal donde tomamos el sendero para bajar a la Cueva de Baltzola y Túnel de Abaro, seguimos por el PR-BI 41 dirección Baltzola.
Cuando llegamos a la Cueva de Baltzola, Judit se desanimó mucho y quería regresar, le pedí que me diera 30 minutos de margen para ver si encontraba rutas alternativas, como ahora vamos por el PR, está más conforme y de momento me deja continuar.
Giramos hacia nuestra izquierda en una curva, y salimos a otro claro. En la derecha del camino hay un poste indicativo que señala Abaro hacia nuestra izquierda, así que dejamos este camino y bajamos por un pequeño caminito para llegar hasta la salida del Túnel de Abaro. Como la ruta original pasaba por la Cueva de Baltzola y el Túnel de Abaro, si llegamos a la salida de este último, podremos seguir el trazado original.
Bajamos una pequeña cuestecita, giramos hacia nuestra izquierda y a lo lejos podemos ver la salida del Túnel de Abaro, que también está cerrada con una valla metálica, así que damos media vuelta y continuamos por una senda paralela al arroyo.
La vegetación en la senda es muy frondosa, pero el camino es muy evidente. Tendremos que pasar por el arroyo un par de veces, pero no nos supondrá ningún problema.
La senda nos lleva nuevamente hasta la pista principal, o sea que si no queremos pasar por la Cueva de Baltzola y el Túnel de Abaro, si seguimos siempre por aquí también podremos hacer la ruta sin problemas.
Ya en la pista principal, a nuestra izquierda unas cuantas vacas pastando.
Avanzamos y pasaremos por otra puerta metálica para evitar que se escape el ganado de esta zona. Aquí nos paramos un momento y vemos unos llamativos carteles rojos que nos avisan que la Cueva de Baltzola está cerrada por la Fiebre Q. Resulta que estos mismos carteles estaban en el panel informtivo que había al inicio de la ruta, justo al lado del parking, y en la primera puerta metálica, nada más pasar el Caserío de Jibiltar, si hubiéramos estado más atentos y nos hubiéramos fijado, no nos habría pillado por sorpresa.
Continuamos subiendo y pasamos por el barrio de Baltzola, donde hay unos preciosos y enormes caserios.
Al terminar de subir la pista que pasa por el barrio de Baltzola, salimos a otra carretera, nosotros giraremos hacia la derecha.
Continuaremos dirección Garaio.
A la izquierda veremos una cueva con un pequeño altar y una imagen de la Virgen a su derecha.
Unos metros más adelante, la Ermita de San Lorenzo, no está de más salir del camino y darle un vistazo.
Continuamos rectos siguiendo las marcas del PR, y giraremos por la derecha para bajar entre el bosque dirección Garaio, en la curva tenemos un poste indicativo. Más adelante esta carretera dejará de ser de asfalto para convertirse en una ancha pista de tierra.
Después de 1,3 kilómetros caminando por la pista de tierra, desde que la empezamos al pasar la Ermita de San Lorenzo, llegamos a otra bifurcación del camino.
Iremos por la derecha, dirección Garaio / Indusi.
Ahora la ruta va por el bosque.
El camino está muy bien señalizado, las marcas del PR son muy visibles y hay pocas opciones para perdernos.
Poco antes de empezar llegar a la cima del Garaio, el camino se estrecha muchísimo, quedando casi tapado por completo por los enormes helechos que hay a ambos lados.
Nos cruzamos con un Lución. Aunque pueda parecernos una serpiente, todo lo contrario, es un lagarto sin patas. Dejamos que siga con su camino y luego nostros continuamos con el nuestro.
El camino gira bruscamente hacia la izquierda, y los últimos metros hasta el Garaio tendremos que grimpar entre piedras kársticas, vegetación y tramos de tierra, así que mejor llevar las botas para tener un buen agarre.
Judit se adelante y llega la primera más fresca que una lechuga, yo sacando el hígado por la boca en los últimos metros, que típico, jajaja.
Garaio (534 metros).
En la cima, a parte de las espectaculares vistas, tenemos un pesebre, y una placa conmemorativa del grupo de montañismo amanecer.
Nos tomamos la merienda en la cima del Garaio, bebemos un poco y empezamos el regreso. Tendremos que bajar por una mini tartera que tenemos justo delante. Hay marcas del PR para ir orientándonos un poco.
La bajada por este tramo es de unos 200 metros, si vamos con cuidado y mirando donde pisamos, no tendremos ningún problema.
Llegamos al final de esta pequeña tartera, ahora nos dirigimos hacia un pequeño pinar que hay delante, a nuestra izquierda.
Cambiamos las piedras kársticas por un estrecho y marcado caminito de tierra.
Entramos en el pequeño bosque de pinos.
Contentos y felices por haber podido hacer la ruta.
El viento ha tirado un pino, así que toca pasarlo como mejor podamos.
Pasado el bosque de pinos, el camino se vuelve muy ancho y nos lleva directos al claro donde nos desviamos para bajar al Túnel de Abaro, ahora solo tenemos que girar hacia nuestra izquierda y volver por el PR-BI 41 hasta el coche.
Pasamos de nuevo por delante del Caserío de Jibiltar, bajamos los últimos metros de la carretera y por fin llegamos al coche, dando por finalizada esta excursión que nos ha dejado un poquito de sabor agridulce al no haber podido pasar por la Cueva de Baltzola y el Túnel de Abaro, pero muy contentos por haber superado ese handicap y haberla podido completar. Si no nos queremos acercar a las Cuevas de Baltzola y al Túnel de Abaro, siguiendo siempre el camino central y las marcas del PR-BI 41, la podemos hacer sin ningún problema, espero que pronto vuelvan a abrir las cuevas y el túnel.
Distancia: 7 kilómetros 400 metros.
Desnivel: 430 metros.
Duración: 2 horas 40 minutos.
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