Como decía en la entrada de la Playa de las Catedrales, hoy toca día de mar, así que de regreso a Bermiego, nos hemos pasado a ver el Museo de Anclas de Phillipe Cousteau.
Tal cual dejamos el coche, a nuestra izquierda podemos ver la Playa El Dalar y la Punta Pical.
A la derecha, antes de entrar en el tunel de Arnao, hay varios paneles informativos y unas escaleras por las que podemos subir hasta un pequeño mirador.
Después de ir al mirador, con mucho cuidado, cruzamos la carretera y vamos a la otra acera para poder cruzar el tunel de Arnao.
A oscuras, gafas de sol y las mascarillas, vaya pintas que llevamos jajajaja.
Al salir del túnel de Arnao, volvemos a cruzar la carretera, y ya en la acera podemos ver la Playa de El Cuerno.
Mucha pinta de ángel no es que tenga jejeje.
Pasada la Playa de El Cuerno, vemos la primera ancla de la ruta, la del "Paca Gómez", un buque de carga que navegó entre 1905 y 1962. Fue construido en San Cirprian, un pueblo situado en la franja costera de la provincia de Lugo. El 31 de enero de 1962, con una niebla cerrada, colisionó a la salida del puerto de Abra (Bilbao), con el barco Puerto de Cullera, hundiéndose sin víctimas que lamentar.
Al inicio del Museo de Anclas Philippe Cousteau, tenemos un Gran Mural a mano izquierda, que representa una ola por encima de la tierra, y la escultura "Ola de Jaime", formada por una ola y una pequeña tabla de surf. Está dedicada a Jaime Alonso Abruña, un niño surfero fallecido por leucemia en 2010.
A la derecha del Museo de Anclas, la playa de Salinas, bastante llenita de gente para la hora que es.
Hace bastante calor, así que nos paramos un momento debajo de la única sombra que tendremos en todo el museo.
A nuestra izquierda, pasamos junto al ancla del "Velasco". Un buque botado en el año 1952 en EE.UU. Primero perteneció a la Armada Norteamericana bajo el nombre de "Terrebonne Parish", se trataba de un buque de desembarco de de tanques con puertas en proa abisagradas y rampa abatible. En 1963 pasó a pertenecer a la Armada Española y en 1994 dejó de ser operativo.
Selfie!!!! Seguro que Judit preferiría mil veces estar en la playa dándose un buen bañito que aquí. La verdad es que con el calozaro que hace, casi que hasta yo me metía en el agua jejeje.
El ancla del "San Gabriel". Cada 28 de junio se cumple el aniversario de la muerte de Philippe Cousteau, a quien está dedicado el Museo de Anclas. El segundo hijo de Jacques Cousteau falleció mientras probaba el hidroavión Catalina, al intentar un amerizaje en aguas del Tajo. El hidroavión volcó en las inmediaciones de la localidad de Alverca, en el municipio portugués de Vila Franca de Xira, con tan mala fortuna que parte del fuselaje y del ala penetraron en la cabina y mataron en el acto al explorador, mientras las otras siete personas que lo acompañaban sólo sufrieron heridas leves. Uno de los primeros buques que acudieron al rescate de los accidentados fue el petrolero "San Gabriel".
Continuamos por un paseo de unos 100 metros, en el que tenemos unas fantásticas vistas de la Playa de Salinas y donde vemos cuatro anclas más: "Ciudad de Turbo", "Nuestra Señora de Atocha", "Ancla del primer yate Fortuna", "Fragata Asturias" y finalmente la estatua del "Ancla Balear y Hondero o Forner".
Nuestra pequeña chiwi viajera. Maya es toda una campeona, mientras no haga frío, aguanta lo que le echen jejejeje.
El ancla de "Nuestra Señora de Atocha". Un galeón español hundido en 1622 y recuperado 350 años después por Mel Fisher, el buscador de tesoros más famoso de la historia. Fue donada en octubre de 1999 por la ciudad de San Agustín (Florida, EE.UU), donde estuvo expuesta largo tiempo, junto a los restos del galeón.
Parece que el Cantábrico se está empezando a poner un poco bravo. Los servicios de socorrismo han izado la bandera roja y han hecho salir a la gente del agua, vaya faenón.
Llegamos al ancla balear, y la escultura del "Hondero o Forner". El ancla perteneció a uno de los jabeques o "xebecs" en mallorquín, del almirante-corsario Antonio Barceló, que en el siglo XVIII, eliminó la amenaza de los piratas berberiscos del Mediterráneo y abrió este mar al comercio. El "Hondero o Forner" es una gran escultura en bronce de 2 metros de alto, los honderos baleares, eran antiguos guerreros de las Islas Baleares diestros en el manejo de la honda, la cual, utilizaban para defenderse de las invasiones de los piratas ya hace más de 2.000 años.
Final del paseo, ahora tenemos dos miradores a los que ir, uno delante nuestro y el otro a la derecha.
Una pirámide a la derecha del paseo, vigilando la Playa de Salinas.
Desde el mirador del Museo de Anclas, podemos ver el busto de Philippe Cousteau a la izquierda, y el mirador de Playa Salinas a nuestra derecha.
El puente de La Gaviota nos lleva hasta el Mirador de Playa Salinas.
A mitad del puente vemos como las olas rompen por debajo del mirador del museo.
Si miramos hacia oriente, vemos Las Salinas y San Juan de Nieva.
De regreso al coche, hemos encontrado otra pequeña sombra justo debajo de una enorme rosa de los vientos, con un círculo que tiene enmarcados a su alrededor los 32 rumbos en los que se divide el círculo del horizonte, así que nos estiramos un ratito a descansar, merendamos, disfrutamos del paisaje un buen rato y damos por finalizada la visita al Museo de Anclas de Philippe Cousteau. Una ruta cortita, pero con unos cuantos pedazos de la historia marítima mundial. Si pasáis cerquita, no os olvidéis de venir a ver este sitio.
FOTOS
DESNIVEL
MAPA
TRACK GPS
Distancia: 2 kilómetros
Desnivel: 35 metros
Duración: 1 hora
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