25 julio 2021

OJO DE ATXULAR, ITXULEGOR, SUPELEGOR, KARGALEKU y ARRABA (Areatza - Bizkaia)


Este año, nos vamos de vacaciones al País Vasco. Vamos a intentar conocer más a fondo esta preciosa tierra durante los 16 días que estaremos. Nos alojamos en una preciosa casa rural en Delika, un pequeñito pueblo de Álava que será nuestro punto de partida para todas las excursiones que hemos preparado, son muchas, casi 30, dudo mucho que consigamos hacerlas todas, pero se hará lo que se pueda, así que empecemos con nuestra aventura por Euskadi.


La primera excursión que vamos a realizar nos llevará hasta el Ojo de Atxular, las cuevas de Itxulegor y Supelegor, pasaremos por el Kargaleku, y atrevesaremos las Campas de Arraba para completar esta ruta circular. En total serán unos 10 kilómetros con unos 500 metros de desnivel positivo acumulado en toda la ruta. Para llegar al punto de partida, el Parking Pagomakurre Aparkalekua, lo mejor es partir desde la localidad de Areatza (Bizkaia) y dejarnos guiar por Google Maps. Si intentamos llegar desde Orozco, nos hará ir por un tramo de bosque con la circulación prohibida para vehículos a motor, con lo que nos arriesgamos a obtener una multa por parte de los Agentes Rurales. Lo dicho, vamos hasta Areaza y seguimos las indicaciones para llegar al parking.


Tardamos 20 minutos en llegar de Areatza al parking, y cuanto más nos acercamos, peor es el tiempo, pero como ya venimos preparados y mentalizados que vamos a tener de todo seguimos adelante. Aparcamos el coche y tenemos una leve llovizna con una niebla que cubre toda la zona, buen comienzo jejeje. Nos calzamos las botas de montaña, nos ponemos ropa de abrigo, la temperatura es de 8 grados, cortavientos impermeable, mochilas, equipamos a los perros con sus impermeables y ... ¡¡adelante!!


Como hemos dejado el coche casi al final del aparcamiento, volvemos caminando por la carretera dirección a Areatza. A nuestra izquierda veremos una valla de madera, casi al final de ésta, hay un paso para que podamos cruzarla, así que lo atravesamos y salimos a una zona merendero con barbacoas, mesas y bancos de piedras. Una vez allí, seguimos por el camino que hay entre los árboles y mesas de piedra.


A unos 500 metros del merendero, el camino nos lleva a una zona donde pasaremos por varios puentes de madera. El tiempo no acaba de mejorar, pero hemos pasado de lluvia a chirimiri, lo cual se agradece bastante.


La ruta nos hace girar levemente hacia la izquierda para subir por una enorme piedra que parece que tenga escalones, luego pasamos junto a una valla de madera que seguiremos hasta que salgamos de esta zona boscosa, y lleguemos a un claro donde giraremos hacia nuestra izquierda por un tramo de valla rota.


Después de pasar por el tramo de valla rota, empezamos una subida con bastante pendiente, así que como todavía queda mucha ruta, nos lo tomamos con calma, pero sin pausa. Dejamos el campo abierto y llegamos a un tramo donde vamos a subir haciendo zig zag por un camino hecho entre las piedras.


Después de pasar la zona del zig zag, el camino nos lleva nuevamente hacia la izquierda, donde vamos a parar a un camino mucho más suave. La lluvia ha cesado hace rato y la niebla se empieza a disipar.


Al girarnos y mirar hacia atrás, las vistas son espectaculares. El terreno es muy inclinado, ha sido una subida muy fuerte, pero no nos rendimos y seguimos avanzando.


Después de 2 kilómetros con un ascenso acumulado de 250 metros, llegamos al Ojo de Atxular, en total hemos tardado una hora en llegar hasta aquí.


Nos quedamos un rato en el Ojo de Atxular para disfrutar de esta maravilla de la naturaleza, que a la vez hace de puerta de entrada al macizo de Itxina. Cuenta la leyenda que cuando el Ojo de Atxular tan solo era una pequeña cueva, en su interior había una bestia que guardaba el tesoro de un famoso bandolero. Cuando mataron al bandolero, los lugareños fueron a la montaña a buscar su tesoro, pero no tuvieron en cuenta a la bestia que lo custodiaba. Cuando ésta se vió acorralada por la gente, reventó con sus zarpas el interior de la montaña escapando junto con el tesoro por el otro lado de lo que hasta el momento era la cueva de Supelegor.


Cruzamos el Ojo de Atxular y entramos en el corazón del macizo de Itxina, un lugar muy especial para la mitología vasca. Justo delante nuestro tenemos una dolina, una enorme cavidad u hondura grande formada en la tierra, llena de enormes rocas fragmentadas y tapizadas con el musgo y la hojarasca. El camino nos hace rodearla por nuestra derecha hasta llegar a un cruce.


En este cruce tenemos unas señales. Si vamos hacia la izquierda, iremos hacia el Kargaleku y Arraba, si seguimos por la derecha bajaremos a la Cueva de Supelegor, nuestro siguiente objetivo junto a la cueva de Itxulegor.


La distancia desde el cruce hasta la cueva de Supelegor es de 700 metros, casi todo en descenso, la primera parte es por un camino de tierra, con una fuerte pendiente, así que a bajar con cuidado.


Dejamos detrás nuestro el tramo de tierra, y seguimos bajando siguiendo las marcas rojas que hay en las rocas. Ahora el camino a veces va por las piedras calizas pulidas por la lluvia durante miles de años, y alguna que otra gigantesca haya que le da un toque más mágico y misterioso a este lugar.


El camino nos lleva a un paso que se ha formado entre las rocas. Lo atravesamos haciendo una pequeña grimpada y desgrimpada y continuamos bajando.


Llegamos a unas enormes rocas por las que tendremos que desgrimpar con cuidado, y nada más pasarlas, a nuestra derecha la cueva de Itxulegor.


La entrada a la cueva es bastante ancha y alta, así que pasamos para explorarla un poquito.


El interior de la cueva es oscuro, húmedo y la temperatura a pesar de ser constante, desciende unos pocos grados respecto al exterior, así que nos ponemos forro polar, cortavientos, y como no, los frontales. Nada más entrar, el agua que se filtra por el techo hace que los primero metros estén bastante embarrados y con algún que otro charco enorme.


En su interior, podemos ver estalactitas, estalagmitas, columnas, campanas ... todo en muy buen estado de conservación.


Vamos siempre por la parte más ancha de la cueva sin meternos en los agujeros que hay a los lados. Maya y Barbie están un poco descolocadas, esto de las cuevas parece no ser lo suyo jejeje.


Gemma era un poco reticente a entrar, pero una vez dentro, le ha encantado.


Después de 10 minutos de visita por la cueva, vamos hacia la salida a continuar con la ruta.


De nuevo en el sendero, seguimos bajando hacia el siguiente punto de interés.


A lo lejos, ya podemos ver la impresionante entrada de la cueva de Supelegor. Es un lugar muy importante para la mitología vasca, ya que esta cueva es la casa de Mari. La diosa principal de la mitología vasca. Personificación de la madre tierra, reina de la naturaleza y de todos los elementos que la componen. Suele habitar en diferentes cuevas de las montañas vascas, y cuando está en Supelegor, las cosechas son abundantes, a ver si nos la encontramos.


La entrada a la cueva es enorme, 20 metros de ancho por 20 metros de alto, vamos, como para no verla. Igual que en Itxulegor, nos ponemos los frontales, la ropa de abrigo, y a explorar.


Avanzamos rectos y bajamos hacia la izquierda para llegar al final de la parte que se puede hacer caminando, allí entra la luz desde el techo y es aluzinante.


Regresamos a la salida buscando algún murciélago, y a pesar que en esta cueva viven 16 de las 25 especies de murcielagos que hay en la Península Ibérica, no conseguimos ver ninguno.


Tras visitar las cuevas de Itxulegor y Supelegor, volvemos sobre nuestros pasos hasta el cruce que había pasado el Ojo de Atxular, y ahora iremos dirección Arraba / Kargaleku.


Vamos por una senda que recorre el interior de Itxina.


Hay bastantes tramos en los que pasaremos por rocas puntiagudas, resultado de la erosión provocada por la lluvia en el suelo kárstico, razón de más para ir con buen calzado. Barbie y Maya obviamente no llevaban botas, a Maya no le pasó nada, pero a Barbie se le rajaron varias almohadillas de las patas, la pobre luego estuvo varios días "de baja", pero se recuperó y pudo seguir disfrutando de las excursiones que teníamos planeadas, menos mal.


A unos 500 metros del cruce, pasamos junto a la sima de Lezabaltz. Tiene una boca de entrada estrecha, pero una caída de 40 metros, así que mucho cuidado si nos asomamos, sobre todo con el suelo mojado y resbaladizo en un día como hoy.


Seguimos por el sendero y a nuestra derecha podemos observar un bosque de hayas con rocas cubiertas de musgo, realmente parece un lugar mágico en el que en cualquier momento nos aparecerá algún ser mitológico.


Las marcas rojas y los hitos del sendero, nos sacan del bosque y nos hacen girar hacia la izquierda.


Ahora toca una corta pero fuerte subida.


Llegamos a Lexardi, una de las zonas de pastoreo más importantes de Gorbea. Pasamos al lado de muchos montones de piedras, en su día chabolas y ahora solamente ruinas, y junto a una cabaña de piedra en buen estado, perteneciente al último pastor que aún vive en estas alturas durante los meses de verano.


A unos 80 metros de la cabaña de piedra, el camino nos lleva a otro poste indicador, giraremos hacia nuestra izquierda para ir dirección Kargaleku / Arraba. 

Continuamos avanzando por estas inmensas praderas.


De vez en cuando toca bajar y subir por alguna que otra enorme hoya, típicas del relieve de Itxina.


A lo lejos empezamos a ver ganado suelto, la verdad es que no nos preocupan mucho. Barbie y Maya van atadas y con lo cansadas que están, tampoco tienen muchas ganas de vacas o caballos jejeje, por si acaso, y como hay bastantes terneritos y potrillos, procuramos esquivarlos para no molestarlos.


Dejamos detrás nuestro las praderas de Lexardi, y ahora toca bajar por entre las piedras durante un buen tramo.


Salimos del bosque y hacemos otra pequeña hondonada, después de ella nos espera una buena subidita por otra zona de bosque y rocas hasta salir a Kargaleku.


Quince minutos de subida y llegamos a la zona de Kargaleku, donde tenemos otro poste indicativo. 



Nosotros seguiremos hacia adelante, dirección Arraba.


El camino va girando levemente hacia la izquierda y finalmente atravesamos el paso de Kargaleku dejando detrás nuestro el macizo de Itxina. El nombre del collado de Kargaleku viene porque aquí cargaban la nieve recogida en los neveros de Neberantz y Neberabarri, para venderla en Bilbao y los pueblos de la comarca.


Delante nuestro, las Campas de Arraba, a la derecha el arroyo Ebro, que apenas lleva un hilillo de agua hasta desaparcer más adelante entre el suelo kárstico.


Vaya diferencia de paisaje en tan pocos metros. Detrás nuestro las enormes paredes del macizo de Itxina, y delante nuestro las planas y extensas Campas de Arraba, una pasada.


El camino nos lleva hasta el Refugio Ganguren Mendi Taldea.


Ahora pasamos junto a unos avellanos protegidos para no ser devorados por los caballos y ovejas que pastan por esta zona.


Al terminar el camino con los avellanos, llegamos a un cruce, nosotros iremos hacia nuestra izquierda para bajar por una ancha pista de tierra.


Mientras bajamos, de vez en cuando nos encontramos con algún grupo de caballos que están descansando de su dura jornada laboral jejeje.


Finalmente, tras 30 minutos de bajada por la pista de tierra, llegamos al Parking Pagomakurre Aparkalekua, completando esta espectacular ruta circular. Una excursión un poco exigente en cuanto a forma física, y muy exigente en cuanto a orientación, por lo que recomiendo sí o sí llevar un buen gps con el track bien guardado. Muy importante también llevar buen calzado de montaña si no queremos hacernos daño en los pies al caminar tanto por suelo kárstico, y alguna prenda que nos proteja de la lluvia y el viento, además de algo de comida y bebida para la ruta. Por lo demás, ha sido preciosa, una pasada!!





             

           FOTOS                            DESNIVEL                             MAPA                           TRACK GPS


Distancia: 11 kilómetros.
Desnivel: 540 metros.
Duración: 4 horas 30 minutos.

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