Después de pasar dos semanitas en Asturias, nos vamos una semanita a l'Ametlla de Mar, y como además de sus preciosas y cristalinas calas hay algún que otro 100 Cim cerquita, hoy nos levantamos bien tempranito para ir hasta la Mola de Genessies.
Para llegar al punto de partida de este 100 Cim, desde Vandellós, seguiremos por la C-44 durante 4 kilómetros; cuando pasemos el punto kilometrico 13, pasada una curva hacia la derecha, veremos un desvío hacia la izquierda para ir a Gavadà / Camí. Tomaremos este desvío y continuaremos por esa carretera durante 2,4 kilómetros hasta llegar al Mas de Genessies.
Antes de llegar al Mas de Genessies, a la derecha de la carretera, tenemos una zona donde podemos dejar el coche.
Una vez que estemos preparados: botas, mochilas, perros, cámara de fotos ... podemos empezar la ruta, que comienza justo delante de donde hemos aparcado el coche. Son las 7:30 de la mañana, buena hora para empezar, según el coche estamos a 24º, a ver si nos dura la temperatura toda la ruta.
Un poste indicativo nos señala la dirección a seguir para llegar a la Mola de Genessies.
El Mas de Genessies o Masia de Genessies, está abandonada, aunque su estado no es muy ruinoso.
El camino baja suavemente y nos hace rodear todo el Mas de Genessies.
Gemma de momento está contenta y feliz, sombrita, camino plano, bajada suave ... no sabe lo que se le viene encima jejeje.
El camino nos lleva hasta una bifurcación donde hay un poste indicativo.
Nosotros seguiremos dirección Mola de Genessies / Barranc de Jovarà.
El camino está muy despejado, parece que hace poco han pasado con alguna motosierra o desbrozadora para limpiarlo un poco. El suelo está lleno de virutas y muchísima argelaga, una planta que pincha muchísimo y que a Maya y Barbie les hace un poco la puñeta en este tramo.
La ruta se estrecha un poco y nos lleva hasta una subida.
Al poco se vuelve a ensanchar
La subida resulta un poco más larga y con más pendiente de lo que esperábamos, así que toca aflojar un poco el ritmo.
Un giro pronunciado hacia la derecha y las marcas del PR en unas piedras que hay justo delante nuestro.
Terminamos esta primera subida inicial, y ahora toca una pequeña bajadita, y un trozo de camino recto.
A nuestra derecha vemos la Mola de Genessies.
El camino está bastante señalizado, las marcas del PR son muy visibles, aunque tampoco es que tengamos muchas vairantes donde ir y perdernos, solo hay este camino.
Seguimos caminando y a nuestra derecha vemos unas piedras muy bien apiladas, parece como un muro, quizás sean los resto de alguna cabaña de pastor de hace muchímo tiempo.
El camino cada vez tiene más y más piedras sueltas.
Cada vez podemos ver más cerca la Mola de Genessies.
Cuanto más cerca estamos, más pronunciada es la pendiente y peor esté el camino de subida.
El camino sale de la hondonada y los árboles y vegetación que hasta ahora nos daban algo de sombra desaparecen por completo, dejándonos a pleno sol.
Nos espera una buena subida a pleno sol por un terreno con muchísima piedra suelta.
Gemma me riñe por no haber pillado los bastones ... ups.
Hemos subido un poco acelerados, y si a eso le sumamos que cada vez hace más calor, subir cada vez cuesta un poco más.
Último tramo de la subida!!
Ya casi hemos llegado.
Gemma y Maya terminando la subida.
Llegamos al Coll del Rourar. Hemos tardado 30 minutos en llegar hasta aquí desde el Mas de Genessies.
En el poste de señalización, en plan cutre, han escrito a mano Mola y una flechita, por si no queda claro donde está.
Justo delante nuestro, así que vamos hacia allí. Como Gemma no tiene ganas de grimpar y desgrimpar con las perras, se quedan en el Coll del Rourar esperándome.
Sigo en solitario por una estrecha senda, siguiendo las fitas de piedras dirección a la Mola de Genessies.
En cuanto me acerco un poquito al Cim, el sol desaparece y la temperatura baja un poquito, lo que se agradece.
Cada vez me alejo más del Coll del Rourar, ya no veo a Gemma y las perras.
El sendero que nos lleva al cim acaba en una pared de unos tres metros que tendremos que grimpar, luego hemos de subir por una pequeña tartera de piedras sueltas, siguiendo las marcas y fitas que veamos.
Cuando estemos en la pared de la Mola de Genessies, a nuestra izquierda hay un punto por donde podemos acceder, no hay que grimpar, lo único que es muy estrecho, pero nos podemos agarrar a la roca de la pared y superarlo sin problemas, son unos 10 - 15 metros.
Cuando estemos a punto de terminar este tramo rocoso, el camino gira hacia la derecha.
Y salimos a la Mola de Genessies.
En su parte izquierda hay restos de un antiguo poblado íbero.
Se pueden ver perfectamente las estructuras de lo que fueran muros o paredes.
Las vistas desde aquí arriba son una pasada, no me extraña que aquí se asentaran los íberos, podían controlar toda la zona.
Tengo que confesar que he subido corriendo desde el Coll del Rourar, no quiero que las perras y Gemma estén mucho rato solas.
Después de visitar las ruinas íberas, voy hacia la parte derecha de la cumbre, no sin pasar antes por más ruinas.
Desde el punto donde salimos después de grimpar hasta el vértice geodésico, el camino está bastante definido. Llegaremos a otra pared rocosa donde tendremos que grimpar un poquito, siguiendo unas marcas de color verde. También hay alguna que otra pequeña fita para orientarnos, si no ... hacia arriba por donde mejor veamos.
Últimos metros antes de llegar al Cim.
En el Cim, además del vértice geodésico del Intituto Nacional Geográfico, tenemos el vértice geodésico del Institut Cartogràfic de Catalunya.
Mola de Genessies (711 m.)
Señal del vértice geodésico del Instituto Nacional Geográfico.
Último vistazo a las vistas y ...
Desgrimpamos con mucho ciudado y precuación el tramo de bajada de la Mola de Genessies.
Volvemos al Coll del Rourar, donde me está esperando Gemma con Maya y Barbie, y solo tenemos que volver por el mismo camino de subida. Hay la posibilidad de hacer una circular volviendo por nuestra derecha hasta el aparcamiento, pero el camino es malísimo y lleno de vegetación lacerante, no lo aconsejo para nada. Una ruta lineal entretenida, su nivel de dificultad es medio moderado debido a la grimpada y desgrimpada que tenemos que hacer para subir y bajar al Cim. Mejor hacerla en primavera u otoño con temperaturas suaves, en verano es una chicharrina total.
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