Hoy vamos a hacer una de las rutas más conocidas de Asturias: la Ruta del Alba.
Desde Langreo tomaremos la AS-17, atravesando Pola de Laviana hasta Rioseco (Sobrescobio). Desde esta localidad parte una carretera, SC-2, que va a Soto de Agues, nuestro destino.
Dejamos el coche en la zona de aparcamiento que hay justo en la entrada del pueblo. La zona tiene capacidad para basstantes coches, pero os aseguro que se llena hasta los topes, así que mejor levantarse tempranito para encontrar sitio.
Esta ruta está catalogada como un Monumento Natural (Decreto 44/2001, de 19 de abril), y está incluida en la Zona de Especial Protección para las Aves de Redes y en la Reserva de la Biosfera de Redes por su fauna que incluye como flora representativa: hayas, tilos, tejos y escuernacabras, así como musgos y líquenes; y como fauna: nutrias, águilas reales, mirlos acuáticos y truchas.
Atravesaremos Soto de Agues siguiendo las marcas del PR-AS 62. La ruta del Alba es el sendero de Pequeño Recorrido PR-AS 6.
Pasado el lavadero, tenemos el inicio de la Ruta del Alba. Una enorme piedra nos indica el aviso y un enorme panel nos dice el recorrido, distancia, desnivel y tiempo estimado de la ruta.
A unos 400 metros del inicio de la ruta, pasaremos junto a una piscifactoría. Más adelante, el camino tiene una bifurcación, nosotros iremos hacia la derecha, paralelos al Río Alba. Pasaremos junto al primer panel informativo de la ruta "Avellanos, espineras y nogales", y pasados 600 metros desde la piscifactoría veremos el Puente de la Precia la Vara. De momento seguiremos recto y no lo cruzaremos, pero a la vuelta sí que lo pasaremos para hacer el último tramo de la ruta por la Senda Verde.
El sendero está totalmente hormigonado hasta llegar al Área recreativa Puente de la Vega.
Continuamos avanzando por este suave camino y vemos el segundo panel de la ruta "Observando las rocas". Un poco más adelante, a nuestra izquierda, podemos ver una ladera que en su parte izquierda está compuesta por roca caliza y en su parte derecha por roca cuarcítica. Aunque apenas se pueden apreciar en esta foto, arriba del todo, en la tartera de roca caliza, hay unas cabras pastando.
Poco antes de llegar al kilómetro 2 de la ruta, a nuestra izquierda un puente de madera que atraviesa el Río Alba. En la otra orilla una puerta de madera nos impide el paso.
A partir de ahora, el valle empezará a estrecharse y el camino va más cerca del río, empieza el desfiladero del Río Alba.
Continuamos con la ruta y a nuestra izquierda hay unas mesas y bancos de madera donde podemos hacer una pequeña pausa. Más adelante, a la derecha y entre la vegetación, una lápida en memoria de Gerónimo Suárez, colocada por sus hermanos en el año 1878.
Por increible que parezca, pese a que esta ruta es una de las más concurridas de Asturias, vamos solos, por lo que nos podemos ahorrar ir con las mascarillas, todo un lujo. A la vuelta la cosa ya fue distinta, a la vez que nosotros regresábamos, subía muchísima gente, por lo que tocó ponerse la mascarilla.
Casi llegando al kilómetro 3, a mano izquierda, vemos una preciosa casita de piedra en medio del campo, es El Campurru.
Los primeros humanos con los que nos cruzamos, una familia del País Vasco que están intentando hacer la ruta en mountain bike. Avanzaron un poquito más, hasta el área recreativa, pero de ahí solamente pasó el padre, la madre y los niños estaban muy cansados por la subida. A pesar de que he leído en muchos sitios que es una ruta ideal para niños ... vamos a ver, si el niño está acostumbrado a caminar mucho, pues sí, si el niño es como un orco de Mordor, pues sí, pero para un niño que no esté acostumbrado a caminar mucho por la montaña, son casi 15 kilómetros en total y fijo que o se cansan, o se aburren o nos dan la excursión.
A pocos metros de El Campurru, hay un paso para evitar que se escape el ganado, lo pasamos por el lado derecho, donde hay una puerta para poder pasar, y unos metros más adelante tenemos la Fuente / Abrevadero de El Campurru, donde Barbie se pega un buen atracón de agua.
Y seguimos con la ruta. A pocos metros de aquí veremos un poste indicativo, nosotro seguiremos subiendo dirección Puente de la Vega / Cruz de los Ríos. Pasado ese poste llegaremos hasta otro panel sobre "Grandes aves rupícolas" y otro de "Interprentando el paisaje".
El camino gira hacia la derecha, y en medio de una pradera veremos los restos del cargadero "El Campurru", una antigua construcción reconquistada por la naturaleza que era parte de la infraestructura de la mina del Carmen.
Selfie!!!
El camino está muy bien conservado, muy bien señalizado y, por el momento, el desnivel, excepto en pequeños tramos muy puntuales, es inapreciable.
De vez en cuando el camino pasa por debajo de las rocas. Pasado esta bauma, más adelante tenemos el panel "Observando los robles"
No olvidemos al protagonista principal de la ruta, el Río Alba, cuanto más subimos, más se encajona, y los saltos de agua van aumentando en número y tamaño. Sus aguas son totalmente cristalinas y puras, de ahí que alberguen tanta variedad de vida animal.
Pasamos por debajo de otro saliente y más adelante vemos a un grupo de cuatro personas, así que bajamos un poco el ritmo para no alcanzarlos.
El Río Alba junto al panel informativo "En la rivera". Nos explica la vegetación, animales, peces y aves que viven en esta parte del río.
Unos metros más adelante, llegamos al Área recreativa de Puente de la Vega. Aquí es donde termina la primera parte de la Ruta del Alba, la que está con camino hormigonado, a partír de aquí camino de tierra de montaña, rocas, raices, barro ... lo que mola jejeje.
El panel informativo que hay en el área nos indica en un mapa el lugar exacto en el que estamos. Hemos recorrido cerca de 5 kilómetros desde el inicio de la ruta hasta aquí, por lo que nos quedan unos 2 kilómetros hasta llegar al Refugio de Cruz de los Ríos. Nosotros hemos tardado una hora y media en llegar hasta aquí desde el aparcamiento de Soto de Agues.
Decidimos no hacer ninguna parada en este área y empezamos la segunda parte de la Ruta del Alba, para mí la parte más chula, si bien el tramo anterior es muy bonito, creo que está demasiado "civilizado". Unos metros más arriba tenemos el séptimo panel de la ruta "En el bosque de altura: hayas, abedules y acebos".
Las hayas forman parte de la vegetación de ribera en esta parte de la ruta.
Después la subida desde el área de Puente de la Vega, el camino se vuelve plano, y por nuestra derecha baja un pequeño torrente de agua que ha formado un buen barrizal en el camino. Maya y Barbie acaban con un buen tratamiento de barros medicinales en sus patitas jajajaja.
El desfiladero cada vez se estrecha más, lo que hace que el camino tenga uno o dos metros de anchura en esta parte del camino. Como es un tramo donde el suelo es muy abrupto y con grandes irregularidades, han vuelto a hormigonar un poco el camino.
A nuestra izquierda un pequeño salto de agua, a partir de aquí se irán sucediendo sin parar, solo tenemos que estar atentos e ir mirando de vez en cuando hacia el río para encontrarlos.
Un tramo de subida con mucha piedra puntiaguda, menos mal que vamos con las botas de montaña, con unas zapatillas deportivas normales hubiéramos notado esas aristas en la planta del pie, y la verdad es que no es muy agradable.
Llegamos a la parte más estrecha de la ruta. Aquí el camino se convierte en un pequeño puente con menos de medio metro de anchura, o sea que a pasar de uno en uno y con la calma. A la vuelta nos encontramos gente subiendo y bajando a la vez, se ve que tenían prisa por pasar y casi se caen al agua por cenutrios, con lo fácil que es esperar a que pasen unos y luego los otros, la imbecilidad del ser humano es infinita ...
Mas arriba de este estrecho paso, otro precioso salto de agua. La poza de recepción tiene el agua totalmente transparente y los peces que se ven parece que estén volando.
Un subidita un poco fuerte y ... ¡¡dos personas que regresan!!! son las primeras personas con las que nos cruzamos en toda la ruta; como nosotros íbamos pendientes de la subida, mirando las piedras y ellos cinco de lo mismo, no nos dió tiempo a ponernos la mascarilla a ninguno de los cinco, menudos desastres. El camino era muy ancho y pasamos distanciados los unos de los otros, y digo yo que si hemos podido llegar aquí sin problemas, será que estamos sanos ¿no?.
Ya casi tenemos hecha la mitad de esta segunda parte y llegamos a un punto donde hay unas escaleras de piedra para subir otro buen tramo.
A la derecha de las escaleras, una cascada espectacular, la más grande de toda la ruta.
Después de las escaleras, pasamos por un tramo donde tendremos que grimpar un poquito, y luego el camino gira hacia la derecha y nos hace pasar por un puente de piedra, el Puente de la Resquiebra, ya nos queda poquito para llegar al final.
Pasado el puente, el camino va ganando altura rápidamente y nos vamos alejando del río.
Otra poza de agua con un tobogán por el que apetece tirarte.
Al llegar al final del desfiladero, el día se empieza a despejar y sale el sol. Pasaremos por un puente de madera en perfecto estado, en la roca, tenemos un cable de acero del que nos podemos sujetar, aunque no le veo su utilidad. Quizás antes el paso era muy estrecho y distinto a lo que tenemos ahora, y de ahí el cable de vida.
La última parte tiene un poquito de desnivel, pero casi no se nota.
Finalmente llegamos al Refugio de Cruz de los Ríos y ... está lleno de vacas jajajaja, o sea que eso de ponernos en una de las mesas a desayunar tranquilamente mientras disfrutamos de las vistas, como que va a ser que no. Nos buscamos un lugar al lado de la orilla del Río Alba y allí descansamos y comemos algo. En total hemos tardado 2 horas hasta llegar aquí.
Ahora toca regresar, así que como sube muchísima gente y nos cruzamos constantemente, nos ponemos las mascarillas para bajar.
Cuando pasemos de nuevo por el Puente de la Precia la Vara, iremos por él, lo cruzaremos de uno en uno y acabaremos la Ruta del Alba por la Senda Verde. Cuando pasemos el puente, a pocos metros, hay unas mesas y bancos de madera donde poder descansar un poco o comer alguna cosa.
El día se ha vuelto a tapar y parece que está lloviznando un poco, así que a ponerse los cortavientos impermeables. Esta Senda Verde, del Puente Precia la Vara hasta Soto de Agues tiene una distancia de 1,2 kilómetros y un ascenso de 45 metros, vamos, un paseito jejeje.
El camino nos lleva hasta un mirador, tenemos unas mesas y bancos de madera donde poder sentarnos un poco par disfrutar de las vistas.
El panel informativo está totalmente descolorido por el sol, que pena.
Empezamos a bajar hacia Soto de Agues y llegamos a una bifurcación, nosotros iremos hacia la izquierda.
Atravesaremos un puente que va por encima del Río Alba, aquí con un caudal bastante pequeño.
Pasamos junto a unos huertos y entramos en Soto de Agues.
Un precioso hórreo nos espera en el pueblo para despedirnos de esta maravillosa e increible ruta. Una ruta lineal que yo dividiría en dos partes, la hormigonada y la de tierra, una fácil, y la otra ... fácil pero no tanto. Las vistas, el tramo del desfiladero, el Río Alba a nuestro lado, Soto de Agues, que es precioso ... menos mal que no la hemos dejado escapar, otra joyita de Asturias, no os la perdáis.
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