Tercer días en tierras asturianas, y como culos de mal asiento que somos, nos vamos a la parte oriental a pasar unos días para hacer unas cuantas rutas por aquella zona. El primer recorrido que haremos, el Camín Encantau.
Para llegar al punto de inicio de la ruta, tenemos que ir hasta el bar La Venta de los Probes, si lo buscamos en google maps nos aparecerá sin problemas. Si venimos por la A-8, la Autovía del Cantábrico, tomamos la salida 303 hacia Posada/Barro/Niembro, luego giramos a la derecha hacia Aldea Bricia, pasamos una rotonda y giramos a la izquierda hacia AS-263, después giramos a la derecha hacia C. Río Bedón/Av. de La Vega de Santiago/AS-115 y continuamos por la AS-115 durante 5,8 kilómetros. Giramos a la derecha hacia LLN-14 y en 200 metros ya hemos llegado a nuestro destino.
Justo delante del bar la Venta de los Probes, hay una zona habilitada para aparcar, es totalmente gratuita, lo único que piden es que dejemos el coche en la zona de tierra por si vienen autocares.
El Camín Encantau es una ruta circular de unos 10 kilómetros, con muy poco desnivel, unos 240 metros en todo el recorrido, en el que nos iremos encontrando diferentes tallas de madera con figuras de la mitología asturiana. La primera que nos encontramos está nada más salir del parking, en el inicio de la ruta, se trata de la Reunión de Trasgos, nos dan la bienvenida a la ruta y nos avisan que encontraremos sorpresas agradables, unas más que otras, que tengamos los ojos bien abiertos y ... que no nos salgamos del camino.
Seguimos rectos hacia la Venta de los Probes, donde cuando terminemos la ruta nos podemos tomar unos bocadillos, tapas y como no, sidra bien fresquita.
Pasada la Venta de los Probes, a unos pocos metros ya veremos un cartel que nos indica el camino a seguir para la ruta encantada del Camín Encantau, así que giraremos hacia la derecha.
Continuamos rectos por la carretera hasta llegar a un puente, donde giraremos a la izquierda.
Ahora iremos paralelos al Río San Miguel, donde encontraremos un panel informativo sobre los ríos de Ardisana.
Dejamos el Río San Miguel y la ruta nos hace cruzar la carretera para ir por un tramo de tierra, en el que empezaremos a subir. Casi todo el desnivel de la ruta se hace ahora al inicio, son subidas suaves, salvo alguna que puede costarnos un pelín más.
Parece que estemos mirando una postal. Hace un día espectacular y las vistas son una pasada. Después de la primera subidita tenemos otro panel donde nos explica el oficio de los tejeros, y los utensilios para la elaboración de las tejas.
Gemma terminando de subir esta primera cuesta jejeje
Un poquito más adelante otro panel informativo, esta vez sobre el paisaje rural y como lo han ido modificando los pobladores de la zona para su subsistencia.
Continuamos con la ruta, pasamos junto a un pequeño nucleo de viviendas y a nuestra derecha encontramos la segunda figura del Camín Encantau, el Sumiciu, un personaje que suele encontrarse todo lo que solemos perder.
Dejamos al Sumiciu detrás nuestros y seguimos avanzando, toca un buen tramo de subida.
Nos meteremos en un espectacular y frondoso bosque de eucaliptos. No es una especie autóctona de la zona, es un árbol introducido que se ha convertido, al igual que el pino, en un invasor que está colonizando todos los bosques atlánticos.
Cada vez que te paras a mirar ... es todo precioso. Junto a este punto hay otro panel con los nombres de las montañas que tenemos justo delante nuestro, a ver si eres capaz de identificarlas todas.
Llevamos un poquito más 1,5 kilómetros de ruta ya hemos hecho casi todo el desnivel de la ruta, así que ahora toca empezar a bajar.
Al final de la primera bajada tenemos a la tercera figura del Camín Encantau, el Hombre del Saco, nos avisa que no es lo más temible que vamos a encontrarnos en el bosque ... que miedo ...
Pasamos por La Malatería y ... se les ha ido un poco la olla con esa enorme pintada en rojo en el muro de piedra, habiendo como hay infinidad de indicaciones, incluso un poste justo delante, se la podrían haber ahorrado. Justo delante del Hombre del Saco y este punto donde giraremos hacia la derecha para bajar por el camino, hay un panel que nos da información sobre el origen de La Malatería, un hospital de leprosos del siglo XVII del que ya no se conserva ningún vestigio.
El camino sigue recto. Aquí tenemos una fuente de agua potable. No obstante, en todos los pueblecitos por lo que pasamos siempre hay algún que otro lugar donde tomarnos algo si nos apetece.
El Camín Encantau está muy bien señalizado, es prácticamente imposible perderse, aún así, hay que tener los ojos bien abiertos, ya nos lo avisaron los trasgos al principio de la ruta.
Brutal el paisaje. Dan ganas de sentarte y pasarte horas y horas mirándolo, que tranquilidad.
Dejamos la carretara y giramos hacia la izquierda para entrar nuevamente en el bosque.
El camino está sombreado, lo que se agradece enormemente, el tramo por la carretera ha sido un poco sofocante.
A unos 400 metros de entrar en el bosque, nos encontramos la cuarta figura del Camín Encantau, El Pataricu, un cíclope que nos está vigilando desde que llegamos. Se alimenta de niños el día de su cumpleaños, pero no nos dice cuando es.
A unos 300 metros del Pataricu, tenemos la quinta figura del recorrido, muchísimo más amigable que esta última, el Diañu Burlón, un ser cambiante de forma al que ni siquiera los romanos, que eran muchos, pudieron atraparlo, vaya diablillo que nos hemos encontrado jejeje.
Al finalizar este tramo de bosque tenemos a El Nuberu, la sexta figura de la ruta. Manda sobre la lluvia y el viento, el relámpago es su látigo y el trueno su voz, y si no respetamos la naturaleza, hará que no lleguemos secos al final de la ruta.
Una flecla amarilla en un poste de alta tensión nos indica que tenemos que girar hacia la izquierda.
Pasamos junto a la Iglesia de Santa Eulalia, donde aprovechamos la sombrita y sus bancos para hacer un pequeño alto en el camino y desayunar.
Después de reponer fuerzas, seguimos el camino, bajaremos por un empedrado y continuaremos un tramo por la carretera. Aunque no suele haber mucho tráfico por la zona, hay que tener cuidado.
Entramos en Palacio, aquí el Camín Encantau nos hace girar hacia la izquierda para continuar por la LLN-15.
Nada más girar, en la curva tenemos la séptima figura, el Segador, sentado junto a la Fuente del Cañu, afilando su guadaña.
Subimos un pequeño tramo por la LLN-15 y en una bifurcación, iremos por la derecha, dirección Mesón las Cuevas, debajo de todo este poti poti de carteles, está el poste del Camín Encantau.
Pasamos al lado del Corral de Arnero, una vivienda vacacional o casa rural de Llanes. Junto a la entrada hay una figura de madera de El Tiu Pachu, esta figura no pertenece a las del Camín Encantau, pero tampoco queda mal jeje.
Dejamos la LLN-15 y vamos por un estrecho camino que nos lleva hasta Ardisana.
Al poco de entrar vemos la octava figura del Camín Encantau, el Cuélebre, una serpiente alada con más de tres mil años de edad que custodia los tesoros.
Salimos de Ardisana, giramos hacia la derecha y cambiamos el asfalto por un camino de tierra que nos ofrece unas vistas espectaculares.
Tanto Gemma como Judit se lo están pasando genial, para ellas, una de las mejores y mas bonitas rutas que han hecho hasta el momento.
Aunque con las vistas que tenemos miremos hacia donde miremos, no me extraña que opinen eso.
Cuando el camino de tierra se acaba y nos topamos de nuevo con el asfalto, damos un giro de 180º para continuar bajando por otro caminito de tierra, a la vez que nos adentramos en otro tramo boscoso.
Al cruzarnos con un afluente del Río San Miguel, encontramos a la Llavandera, la novena figura del Camín Encantau, muy seria y con un buho en su regazo. Nos avisa que si la vemos es porque las malas noticias está a punto de llegar, quizá sea porque el Camín Encantau ya está llegando a su fin.
Nuevamente los eucaliptos dominan el bosque.
A mitad de bajada vemos la Cruz de los Garabiales, esta cruz que data del año 1761, es un punto en medio del camino que une Ardisana y Riocaliente, donde antiguamente las comitivas fúnebres se detenían a rezar un responso y reponer fuerzas.
El bosque se está terminando, y ahora que sale el sol, los colores son una pasada.
Décima figura del Camín Encantau, el Busgosu. Es el amo y señor del bosque, tan viejo como el musgo y tan astuto como el zorro. Espanta a los cazadores para proteger a las criaturas del bosque, si nos perdemos, nos ayudará a salir.
Una pequeña recta antes de llegar a Riocaliente.
Antes de llegar a la carretera, a mano izquierda, tenemos la penúltima figura del Camín Encantau, la undécima, la Manona. Una gigantesca mano de madera que detiene el camino a aquellos que no respetan la naturaleza y deja pasar a aquellos que creen en mundos ocultos y seres mágicos.
Cruzamos la LL-N 14 para entrar en Rioseco y llegar a la última figura del Camín Encantau.
Pasamos por encima del puente del Río San Miguel y continuamos rectos.
Finalmente llegamos a la duodécima y última figura del Camín Encantau, la Castañera. Nos invita a tomar unas castañas para reponer fuerzas después de hacer este recorrido tan chulo. Tanto la Castañera como el Segador tenían puestas mascarillas de protección contra el covid, estamos en tiempos muy complicados y más vale prevenir que lamentar, así que si nos cruzamos con otros excursionistas, nos ponemos la mascarilla un momento y así evitamos riesgos.
Desde la Castañera volvemos al puente del Río San Miguel y giramos hacia la izquierda para continuar por la LLN-14.
Este útimo tramo de la ruta, de unos 3 kilómetros, lo haremos por esta carretera, poco transitada, pero aún así, pasan coches, así que iremos pegados a nuestro lado izquierdo, tal y como indican las normas de circulación. Nos llevará directos a la Venta de los Probes, donde terminaremos esta fantástica y muy recomendable ruta, no la dejéis escapar, sobre todo si vais con peques.
FOTOS
DESNIVEL
MAPA
TRACK GPS
Distancia: 10 kilómetros 400 metros.
Desnivel: 240 metros.
Duración: 3 horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario