Hoy por la mañana, aprovecho que tengo un día festivo para reencontarme con un compañero de excursiones, y hacer un 100 Cim: el Puig de Sant Antoni.
Para llegar al punto de inicio de la ruta, tenemos que ir hasta Albinyana (Tarragona).
El aparcamiento está un poco complicado, así que nosotros dejamos el coche al final del Carrer Bonastre, junto a un restaurante.
Tal cual dejamos el coche aparcado, nos preparamos y vamos a la izquierda por el Carrer Bonastre para ir al centro de Albinyana.
Llegamos a la Plaça Vella y aprovechamos para ver el campanario y las cristaleras de la Parròquia de Sant Bertomeu d'Albinyana.
Ahora dejaremos el nucleo urbano y continuaremos, dirección Ermita de Sant Antoni.
Subimos por el Camí de la Canal y dejamos, detrás nuestro, las últimas casas de Albinyana.
Pasaremos junto a un enorme depósito de agua que dejaremos a nuestra derecha, de momento seguimos por el Camí de la Canal.
A unos 150 metros del depósito de agua, a nuestra derecha veremos que hay un camino de tierra que sube por el GR-92, iremos por aquí.
El camino se vuelve interesante, piedras, raices, plantas ... lo que hemos venido a ver. Podemos ver las marcas del GR por las rocas.
El sendero se estrecha al pasar bajo unos pinos. Las marcas están un poco desgastadas, pero aún así se pueden distingir de la roca.
Giraremos hacia nuestra izquierda y pasaremos junto a un enorme bloque donde se ven varios anclajes para hacer escalada.
Después de unos 600 metros desde que empezamos a ir por este camino, salimos a la Ermita de Sant Antoni.
Damos una pequeña vuelta a la Ermita de Sant Antoni y, como está cerrada, seguimos con nuestra ruta.
Pasada la ermita, a la izquierda tenemos una zona con mesas y bancos de madera, por si nos apetece parar a hacer pícnic.
Casi enfrente de la mesas de pícnic, un poco tapado por la vegetación, hay un sendero que va hacia la derecha, tenemos que ir por él.
Una vez en el sendero, avanzamos por él. A pesar que hay muchísima vegetación a ambos lados, el camino está limpio y muy bien definido.
En esta parte de la montaña hay unas cuantas cuevas, así que cuidado si nos salimos del camino y nos metemos en alguna. Tenemos la Cova d'Artús, Avenc del Joan, Avenc de les Arrels y Avenc de la Cendra.
Nosotros pasamos junto al Avenc del Joan. Metemos la cabeza un poco para mirar por dentro, pero tampoco nos quedamos a investigar mucho, así que continuamos por nuestro camino.
Hacía un montón que Andrés y yo no nos veíamos por culpa del Covid, menos mal que ahora ya podemos ir volviendo a quedar con amigos y familiares, poco a poco recuperaremos la normalidad y acabaremos venciendo a este maldito bicho.
Al salir de este tramo y llegar a la parte más alta de la ruta, las vistas de la Ermita de Sant Antoni son una pasada, y más con el esplendido día que hace aquí, todo lo contrario que en Mataró, donde ahora mismo está lloviendo.
Dejamos las vistas detrás nuestro y continamos hacia el norte.
Y llegamos a nuestro destino en pocos metros.
Puig de Sant Antoni (408 metros) Albinyana - Baix Penedès
Tras inmortalizar con la cámara de fotos nuestro paso por el Puig de Sant Antoni, continuamos por el único camino que hay.
Por el camino nos encontramos a este pequeño acorazado. Un escarabajo de la especie Blaps lusitanica, más conocido como escarabajo de las bodegas. Suele vivir en el campo y se alimenta de materia orgánica en descomposición. No es peligroso para el ser humano, pero si lo molestamos, puede segregar una sustancia de olor fétido que tarda bastante en desparecer.
Caminamos durante un buen tramo, pasado 1 kilómetro desde el Puig de Sant Antoni, hasta llegar a un cruce, aquí continuaremos rectos, en dirección opuesta a la que señaliza el poste.
Luego, más adelante, giraremos hacia la derecha.
Vamos a parar a una pequeña esplanada con varios caminos a elegir, nosotros de momento seguiremos rectos dirección Ruta Bonastresc / GR-92.
Actualmente se encuentra en estado ruinoso. Nosotros damos una vuelta para ver un poco su interior y ... basura y más basura.
Dejamos los restos de la masia y volvemos al camino. Nos llama mucho la atención una señal en forma de murciélago. Esta señal nos guiara hasta la Cova de Vallmajor, nuestro siguiente objetivo. Como curiosidad, al final del murete, había una figurita de plástico de un indio con su arco, ¿será otro tipo de señal nueva? jejeje
Cuando lleguemos a un cruce, más o menos a unos 350 metros de la Masia d'Escansa, seguiremos rectos.
Las marcas rojas con forma de murciélago cada vez son más visibles, aunque tenemos que ir buscándolas un poco por las rocas que hay por el camino, así que las vamos a ir siguiendo.
De momento continuamos hacia adelante.
El camino gira hacia la derecha, y se puede observar un sendero que va hacia la izquierda. Las marcas rojas con forma de murciélago van por este sendero, así que dejaremos el camino principal para desviarnos hacia nuestra izquierda.
El sendero no tiene pérdida alguna, siempre hacia adelante siguiendo los murciélagos rojos.
Después de una pequeña desgrimpada de unos 15 metros, en la que igual nos hemos de ayudar un poco con las manos, llegamos al siguiente punto de interés de la ruta.
La Cova de Vallmajor.
Su entrada en muy amplia, 3 metros de ancho por 5 metros de alto, y nada más entrar hay una amplia sala que va a parar a otra sala más pequeña, y a un reja metálica.
Desde esta reja metálica se puede acceder a la parte inferior de la cueva, donde hay pinturas rupestres. Llevamos cuerda y frontales, pero como que la bajada está llenísima de barro y tiene pinta de ser muy resbaladiza, y no tenemos muchas ganas de enfangarnos, le damos un vistazo desde arriba, y otro día será.
Aprovechamos el fresquete de la cueva para comernos el bocata, que afuera el sol está empezando a apretar de lo lindo.
Las vistas desde la cueva ... una pasada.
Deshacemos todos nuestros pasos hasta llegar al cruce que había poco antes de la Masia d'Escansa, y ahora iremos hacia nuestra derecha.
Dirección Albinyana.
El camino es ancho y casi totalmente plano, apenas se aprecia el desnivel.
Nos acercamos a una masía y los árboles nos dan un poco de refugio contra el sol.
Seguimos por el Camí de Valls para llegar a Albinyana.
Se termina el camino de tierra y salimos a la carretera. Solo toca seguir el camino que hicimos a la ida y llegaremos sin problemas al coche.
Los campos de viñas empiezan a ponerse bonitos.
Y aquí los dos intrépidos excursionistas del día. Puede que no haya sido la ruta más bonita que haya hecho, pero el poder compartirla con un viejo amigo lo cambia todo por completo, lo importante es pasar un buen rato en compañía de las personas que apreciamos. Una ruta fácil, sencilla de seguir, e ideal para hacerla en una mañana despejada, quizás mejor en primavera y otoño, que no en verano o invierno.
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