Esta mañana hemos ido a visitar San Juan de Gaztelugatxe y ... tontos de nosotros, no caímos en mirar que se tenía que reservar cita previa para poder verlo, por lo que no hemos podido visitarlo, así que hemos aprovechado para ir a ver Bilbao, y aprovisionarnos para unos cuantos días, siempre hay que tener preparado un plan B jejeje, así que ahora por la tarde toca hacer otra de las salidas que teníamos programadas, la Senda Verde de Delika.
El punto de inicio de la ruta está en la localidad de Delika, un pequeño concejo del municipio de Amurrio, en la comarca de Araba / Álava.
Poco antes de llegar al casco urbano, tenemos una zona habilitada para aparcar el coche.
Nos preparamos, pasamos junto a varios paneles informativos de la ruta que vamos a hacer, atravesamos un pequeño puente y salimos a la carretera para ir hacia Delika.
Seguimos las marcas azules que hay pintadas en señales y paredes.
A unos 500 metros del parking, tenemos un cruce con un poste indicativo, giraremos hacia la derecha atravesando un puente dirección Zalborondo / Arbina.
Pasado el puente, seguimos siempre por nuestra izquierda siguiendo las marcas azules, dirección Zalborondo, hasta llegar a un parque infantil con columpios donde giraremos hacia la derecha, para pasar por debajo de las vías del tren.
Subimos una pequeña cuesta y a nuestra derecha veremos una puerta metálica por la que tendremos que pasar. Sobre todo, no olvidemos cerrarla cuando hayamos pasado, al otro lado hay ganado suelto y podría escaparse por nuestra culpa.
El camino está muy bien señalizado, volvemos a encontrarnos otro poste indicativo, nosotros continuamos rectos dirección Zalborondo.
A los pocos metros de pasar este último poste indicativo, a nuestra izquierda hay unas escaleras de madera, así que bajamos por ellas.
Llegamos a un mirador.
Desde este mirador podemos ver una cristalinas pozas del Río Delika.
Gemma se ha quedado en la casa con Maya y Barbie, que la tenemos lesionada por la excursión en el Ojo de Atxular, así que esta tarde, solo estamos Judit y yo.
Dejamos el mirador y volvemos al camino, ahora muy ancho y que se dirige al inicio del Cañón del Nervión.
El camino nos lleva a una bifurcación, nosotros seguiremos por el camino principal dirección Arbina.
Llegamos a un puente de piedra por el que atravesaremos el Río Delika, a su derecha hay un camino, que es por donde nosotros regresaremos de esta ruta circular.
Tras cruzar el puente, giraremos hacia nuestra derecha, pasaremos junto a un merendero con mesas y bancos de madera, y continuaremos rectos siguiendo las señales hacia Arbina.
Entramos en una zona boscosa, lo que se agradece un poco, ya que está cayendo un sol de justicia. El camino tiene una buena pendiente y aunque veamos alguna que otra bifurcación, siempre seguiremos por el camino principal, siguiendo las marcas azules.
A la izquierda del camino, las paredes del Cañón del Nervión, y unos enormes campos de cultivo.
Junto a los campos, también hay cercados con ganado pastando, de momento cada uno en su lado del vallado jejeje.
Seguimos subiendo por el camino y ... un enorme semental en medio del camino. No tenemos otro sitio por donde pasar, a la izquierda es todo maleza, a la derecha un cortado, no hay alternativa posible. Judit se pone un poco nerviosa, la verdad es que el toro da un miedo de la ostia, es muy grande, como le de por jugar a los sanfermines con nosotros lo llevamos claro. Me armo de valor y le digo a Judit que se ponga detrás mío y nos vamos acercando al toro despacito, y a medida que nos acercamos él se va moviendo y pasa junto a nosotros como si nada ¡¡¡¡¡menos mal!!!!!.
Una curva después de pasar el toro, vemos una reja para ganado totalmente abierta, ya sabemos de dónde venía el bicho, y que a partir de ahora nos podemos encontrar con más animales sueltos, así que vamos un poco alerta. Mientras tanto, vamos siguiendo las marcas azules del camino.
Pasamos junto a un abrevadero lleno de pequeños anfibios en fase de metamorfosis, así que a dejarlos en paz y que crezcan tranquilos. El poder ver a renacuajos, es un muy buen indicativo de la poca contaminación y buen estado del bosque en esta zona.
Llegamos a un poste indicativo con dos señales azules que giran hacia la derecha. Aquí es donde la Senda Verde de Delika gira hacia el Río Delika y vuelve hasta el puente de piedra del principio. No obstante, si queremos, y el río nos deja, claro está, podemos seguir rectos por el cauce del río, ahora mismo seco, hasta llegar al Salto del Nervión; como el paso es accesible, seguimos adelante. Si el río estuviera con agua o bastante crecido, NO SE DEBE seguir hacia adelante y NO SE DEBE cruzar al otro lado, deberíamos volver por donde hemos venido, cuando volvamos aquí, ya veremos varios carteles donde nos lo avisan.
Seguimos por el sendero que hay junto al Río Delika, para llegar a los pies del Salto del Nervión.
El cauce del Río Delika está totalmente seco. Podemos ver alguna que otra poza con agua, y alguna pequeña surgencia de agua que vuelve desaparecer metros más adelante.
Pasamos junto a un pequeño abrigo rocoso o bauma situado a la derecha del sendero.
Empezamos la ruta siendo dos, pero al poco se unió un tercer integrante, el perrillo que veis en la foto, no nos dejó ni un solo momento, Judit ya se lo quería quedar, menos mal que antes de acabar la ruta, desapareció de la misma manera que apareció.
Volvemos a atrevesar el cauce del río, como está seco, no hay problema, pero si hay agua ... no hay que continuar ya que puede resultar muy peligroso.
Volvemos a cruzarnos con ganado suelto, y Judit encuentra una vara de avellano en medio del camino, así que cual Gandalf en El señor de los anillos, la pilla y va abriendo camino jajaja, como aparezcan orcos de Mordor ya verás tú donde va a parar la vara.
El sendero nos vuelve a hacer cruzar el cauce, pero como justo delante hay una vaca junto a su ternero en medio del camino, continuamos por el cauce seco durante un pequeño tramo para evitarlas y volver al camino.
Y cruzamos nuevamente el cauce, ya he perdido la cuenta.
Las paredes del Salto del Nervión cada vez están más cerca, ya queda poco para llegar al final de este tramo, si miramos hacia la derecha, se puede ver la pasarela que hay arriba en la izquierda orográfica del Nervión, justo antes del salto, pero esa es otra excursión que tenemos programada para hacer.
Toca cruzar el cauce de nuevo y tenemos a tres vacas tomando el sol, y otra que nos espera justo en medio del camino, así que ... a continuar por el cauce jajaja.
La vara de avellano de poco ha servido, Judit y Firulais se refugian detrás mío por si aparecen más vacas, vaya par de acompañantes más valientes que tengo jajaja. Como no, a cruzar otra vez el cauce.
Esta vez el tramo a cruzar es muy ancho, suerte que está seco.
Firulais, como no sabemos su nombre lo hemos llamado temporalmente de esta manera, está achicharrado de calor, así que aprovecha cualquier charca con agua para refrescarse, no sabe nada el colega.
A nuestra derecha una enorme pared nos impide seguir, así que vemos un pequeño y estrecho sendero que va subiendo por el lado izquierdo.
Judit atravesando el cauce por última vez, para ir a buscar el sendero que nos llevará hasta los pies del Salto del Nervión. En total, si no me he descontando, hemos atravesado el río 7 veces.
El camino desaparece, ahora tendremos que ir sí o sí por el cauce del Río Delika, no hay otra alternativa posible.
Avanzamos unos 100 metros más o menos, hacemos un par de grimpadas por una rocas que se suben perfectamente y llegamos al final de este tramo, el punto donde cae el agua del Salto del Nervión. Miramos hacia ambos lados del cañón y es una pasada.
Los tres excursionistas de la tarde, si no contamos a las choporrocientas vacas con las que nos hemos cruzado jajajaja. Ahora volvemos por el mismo camino que hemos venido hasta llegar al último poste de madera con las dos señales azules que nos indicaban girar hacia la derecha.
Tardamos unos 20 minutos en volver a este punto, así que nos disponemos a cruzar el Río Delika por última vez y regresar al punto de partida. Justo aquí podemos ver el cartel que nos avisa del peligro de cruzar el río en caso de llevar agua o ser época de lluvias.
Judit se ha enamorado de Firulais, la verdad es que es un encanto de perro.
Al otro lado del río también tenemos el cartel que nos advierte del peligro de cruzar el río en época de lluvias, por si no hubiéramos cruzado por el puente de piedra y hubiésemos seguido rectos.
Ahora de vuelta, vamos viendo más surgencias y zonas con agua.
El camino va ganando altura y cada vez nos alejamos un poquito más del Río Délika, que nos queda abajo a la derecha, en pocos metros lo perderemos de vista.
De regreso, nos encontramos varios paneles informativos. Siempre es interesente pararse unos minutos para leerlos y aprender un poco más sobre la zona.
Nuestro amigo Firulais, fiel acompañante durante casi toda la ruta, desaparece igual que apareció a nuestro lado, menos mal, ya me veía en casa con tres perros.
El camino deja de ser de piedra y arena y pasamos por un tramo totalmente verde. Aquí veremos un panel que nos da una breve explicación sobre las aves de la zona.
El camino se bifurca, nosotros iremos por la izquierda, siguiendo las marcas azules que hay pintadas en los árboles hasta llegar al puente de piedra.
Dejamos detrás nuestro el Cañón del Nervión y continuamos por la Senda Verde de Delika hasta el punto de inicio. Una ruta bonita, sencilla y muy bien señalizada que podemos dividir en dos tramos: el de la senda verde, y el sendero hasta el Salto del Nervión. Solamente podremos hacer los dos tramos si el Río Delika está seco, ya que tendremos que cruzarlo unas siete veces. También hay que tener en cuenta que podemos encontrarnos con ganado suelto que deberemos ir sorteando para no molestarlo, ellos al fin y al cabo están en su casa, nosotros somos los visitantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario