Esta tarde nos vamos a acercar al Sierra de Entzía, más concretamente a las Campas de Legaire, para hacer una ruta en la que veremos diversos monumentos megalíticos. Antes de empezar con la descripción de la ruta, tengo que avisar que no
existe ninguna señalización en ella, si queremos ver todos los
monumentos megalíticos que hay en las Campas de Legaire, tendremos que
guiarnos mediante un gps, para ir de un punto a otro sin perdernos, ya que si no, es prácticamente imposible
localizarlos; no obstante, si os gustan las carreras de orientación, daré las indicaciones por si os orientáis con una brújula. Dicho esto, empezamos.
Para llegar al aparcamiento, nosotros hemos venido por la A-1 y hemos tomado la salida 379 dirección Salvatierra / Opakua. Tras salir de la autovía, continuaremos unos metros por el lateral hasta girar a la izquierda por la A-2128 dirección Opakua. Una vez en la A-2128, seguiremos subiendo durante 7,4 kilómetros hasta llegar al Puerto de Opakua, donde giraremos hacia la izquierda para entrar en la Sierra de Entzía. Ahora ya en la estrecha carretera del parque, nos quedan 8,7 kilómetros hasta llegar al aparcamiento de las Campas de Legaire. Primero seguiremos rectos durante 4,7 kilómetros hasta llegar a una intersección donde giraremos a nuestra izquierda. Un poquito más adelante de este cruce está el Menhir de Itaida-ko Iruinarria, si nos apetece parar un momento para verlo, no está de más. Seguiremos por este desvío durante 1,8 kilómetros, donde volveremos a girar a nuestra izquierda, cambiando el asfalto por pista de tierra, y continuaremos durante 2,7 kilómetros hasta llegar a las Campas de Legaire.
Después de casi 20 minutos en coche desde que tomamos el desvío en el Puerto de Opakua, llegamos a las Campas de Legaire. La zona para aparcar está muy bien señalizada, y será nuestro inicio de la ruta. Tenemos un enorme panel informativo con todos los tipos de monumentos megalíticos que hay en las Campas de Legaire y su localización. También hay otro justo antes de entrar en las campas, donde nos recuerda las normas a cumplir. Una de ellas es que entramos en zona de pastoreo con ganado en libertad y debemos llevar a nuestros perros atados para evitar problemas con las hembras que protegen a sus crías. Al entrar en las campas, vimos que había muchísimo ganado con muchísimas crías, nos cruzamos con un pastor que venía de alimentarlas y le preguntamos si habría algún problema con Barbie y Maya, muy amablemente nos indicó que mientras las lleváramos atadas y no nos acercáramos mucho a las crías, podíamos hacer la ruta sin ningún problema, y así fue.
Entramos en las Campas de Legaire y a unos 200 metros, fijando un rumbo de 310º, llegaremos al Menhir Legaire Este I-II.
Un menhir es un monumento megalítico consistente en una única piedra no tallada, colocada de forma vertical, con su base semienterrada, a fin de que se pueda mantener en pie. Es el monumento megalítico más sencillo que existe. En esta ocasión, se trata de dos enormes piedras de 2,5 metros de altura y 2.325 kilos (Menhir Legaire Este I), y 2 metros de altura y 2.550 kilos (Menhir Legaire Este II), fueron recolocadas en la posición actual en el año 2018.
Desde el Menhir Legaire Este I-II, fijamos un rumbo de 306º, avanzamos unos 160 metros y llegamos al segundo monumento megalítico de la ruta, el Dolmen y Menhir Legaire Norte.
Aquí tenemos dos tipos de construcciones megalíticas, el Menhir Legaire Norte, que fue recolocado en su posición actual en el año 2019, tiene 2,1 metros de altura y 395 kilos de peso, y el Dolmen Legaire Norte. Un dolmen es un tipo de construcción consistente en varias piedras clavadas en el suelo y una o más losas a modo de cubierta. En este dolmen, faltaría la losa que haría las veces de cubierta. En bretón, dolmen significa mesa de piedra.
Todos los monumentos megalíticos que veremos en la ruta, pertenecen al Paleoceno. Fue el período que siguió a la extinción de los dinosaurios. Comenzó hace 66 millones de años, y terminó hace 56 millones de años.
Avanzamos 510 metros con un rumbo de 318º y llegamos al menhir más grande de toda la ruta, el Menhir de Akarte.
Se trata de una colosal piedra de 5,15 metros de altura, y 7.925 kilos de peso. ¿Cómo levantaron esta colosal piedra en el paleoceno sin herramientas ni gruas? Transportaban la piedra hasta el lugar donde la querían colocar sobre troncos y ramas, luego excababan un pequeño hoyo donde se asentaría el menhir, lo levantaban entre muchos hombres para meterlo dentro, lo colocaban en la posición que querían, rellenaban el agujero con tierra para que quedara bien fijado. Tal hipótesis de construcción ha sido comprobada en la práctica por
varios equipos de investigación, entre ellos el de J.P. Mohen, que en 1979 construyó en Francia un dolmen valiéndose de doscientos hombres y cuya losa superior tenía un peso de 32 toneladas. Si hacemos una regla de tres, para levantar esta enorme losa, se necesitaron un mínino de 50 hombres ... ¡¡tela marinera!!.
Para llegar a nuestro siguiente punto de interés, deberemos caminar unos 430 metros con rumbo 0º. Vuelvo a insistir que lo mejor es llevar el track de la ruta en un gps y dejarnos guiar por él. Yo aquí trazo líneas totalmente rectas entre un monumento y otro, sin tener en cuenta que a veces nos tendremos que desviar por árboles, charcas o algún que otro rebaño de vacas, caballos u ovejas que tendremos que esquivar para no molestarlos.
Un poco de subidita y llegamos a nuestro siguiente objetivo, donde veremos otro tipo de construcción megalítica.
La Cista de Arrizazen. Una cista es un monumento megalítico funerario individual, de pequeñas dimensiones. Básicamente está formada por cuatro piedras planas o lajas, colocadas verticalmente formando un rectángulo. Sobre ellas solía colocarse otra piedra horizontal a modo de tapa. En el interior se depositaban los seres difuntos, generalmente en posición fetal.
Como a veces es difícil determinar si un monumento es un dolmen pequeño o
una cista. El criterio que suele seguirse en tales casos es el tamaño:
generalmente se considera cista cuando su superficie no supera el metro
cuadrado.
Junto a la cista, tenemos el Menhir de Arrizazen.
Se trata de otra losa paleolítica recolocada en su posición actual en el año 2018. Tiene una altura de 2 metros, y un peso de 2.000 kilos, por lo que se necesitaron un mínimo de 12 hombres para poder levantarla.
Desde la cumbre donde están la cista y el menhir que acabamos de ver, pondremos rumbo 266º en la brújula y avanzaremos durante 1 kilómetro en línea recta.
El quinto punto de interés de la ruta es el Menhir de Surbe.
Aunque la parte visible no sea muy alta, este menhir tiene una altura total de 2,8 metros, casi un tercio de su longitud total está enterrado. Fue recolocado en su posición actual en el año 2018, y su peso es de 900 kilos.
Muy cerquita, a 190 metros de distancia con un rumbo de 220º, después de una suave bajada llegamos al siguiente menhir.
El Menhir Surbe Sur.
Tiene la misma altura que su vecino de más arriba: 2,8 metros, pero pesa un poquitín menos, 25 kilos, llegando a un peso total de 875 kilos. También fue recolocado en su posición actual en el año 2018.
Ahora nos desplazaremos 790 metros con un rumbo de 279º y llegamos al octavo menhir de la ruta.
El Menhir Atau.
Una losa de 2,2 metros de altura y unos 1.100 kilos de peso. Si hacemos los cálculos, solamente se necesitaron un mínimo de 6 hombres para levantarla, no está mal.
A 130 metros de distancia, con un rumbo de 261º, llegamos al Túmulo de Atau.
Un túmulo es montón de piedras y tierra que se levantaba sobre una tumba. Originariamente consistía en una pila de rocas que recubrían directamente el cuerpo, pero su estructura fue modificada a lo largo de los siglos y estos entierros fueron cubiertos por tierra hasta formar verdaderas colinas artificiales, creciendo de tamaño hasta llegar a convertirse en cámaras funerarias en las que reposaban tanto el guerrero muerto como sus armas y sus principales pertenencias. En ocasiones albergaban el entierro de numerosos individuos.
Hasta ahora la ruta ha sido fácil, ya que prácticamente hemos podido avanzar en línea recta en terreno despejado, pero ahora tendremos que entrar en el bosque, lo que nos dificultará bastante el poder orientarnos. Nosotros hicimos un pequeño rodeo acercándonos a la cima del Baio y luego entramos en el bosque siguiendo un camino marcado por el ganado. Si trazáramos una línea recta, deberíamos caminar 430 metros con un rumbo de 180º y llegaríamos al siguiente menhir.
El Menhir Baio Oeste.
Este menhir no ha sido recolocado como los del resto de la ruta, permanece en la posición en la que se encontró originalmente, deduzco que no se ha levantado debido a su enorme tamaño y peso, y la dificultad para poder acceder hasta aquí con maquinaria pesada. Se trata de dos enormes losas, la más grande ellas con una longitud de 2,5 metros y un peso de 5.215 kilos.
Desde el Menhir Baio Oeste nos desplazamos 175 metros con un rumbo de 71º, y llegamos al Menhir Baio Este.
Este menhir fue recolocado en el año 2019. Tiene una altura total de 2,35 metros, y un peso de 1.010 kilos.
A la derecha del Menhir Baio Este podemos ver un camino bien definido, así que vamos hasta él y bajamos entre el bosque de hayas. Si queréis seguir orientándoos con la brújula, desde el menhir hay que avanzar 400 metros con un rumbo de 96º.
Llegamos a la Txabola Lekuona, actualmente en estado ruinoso, así que mejor no meterse dentro a cotillear. Desde la txabola, seguimos por el camino y llegamos al siguiente menhir, o si lo preferimos, avanzamos 75 metros con un rumbo de 89º.
Llegamos al Menhir Lekuona.
Este mehir, al igual que el Baio Oeste, no ha sido recolocado. Se compone de tres enormes piedras con una longitud de 3,5 metros. La piedra más grande pesa 7.000 kilos.
Ahora dejamos el bosque y volvemos a salir a las campas. Nos encontramos con tres rebaños de caballos, lo que nos obliga a dar algún pequeño rodeo, pero finalmente llegamos al siguiente monumento megalítico. Desde el Menhir Lekuona supondría avanzar 250 metros con un rumbo de 100º.
En lo alto de una pequeña colina, el Túmulo de Lekuona.
Otro monumento funerario con un diámetro de casi cuatro metros, fue excavado en el año 2018.
Fijamos un rumbo de 112º grados, y después de 540 metros llegaremos al monumento megalítico más espectacular de todos. Antes pasaremos junto al tronco muerto de un haya que parece gritar, a sus pies hay restos que parecen de un menhir, aunque no está calatolgado en el panel informativo del inicio de la ruta.
El Crómlech de Mendiluze.
Un crómlech es un monumento megalítico formado por varios menhires plantados en círculo. El crómlech más
conocido y más importante a nivel mundial es el crómlech de Stonehenge, en Inglaterra.
A diferencia de los dolmens y menhires, que datan del período del Paleoceno, los crómlechs se situan entre los años 2500 - 1000 a.C., en la edad de bronce.
A veces, en el centro de los crómlechs había túmulos o cistas. Aquí Gemma y Judit a punto de empezar una ceremonia de adoración al chihuahua jajajajaa.
A escasos metros del crómlech, apenas 70 metros con un rumbo de 90º, tenemos el Menhir de Mendiluze.
Se trata de una enorme piedra de 3,5 metros de altura con un peso de 2.060 kilos. Fue recolocada en el año 2018, y se enterró casi la mitad de la pieza, de ahí que solo se vea tan poco.
Desde el Menhir de Mendiluze, fijamos un rumbo de 115º, y tras caminar unos 800 metros llegamos al penúltimo punto de interés de la ruta.
Pasamos junto a las Txabolas de Legaire y al Dolmen de Legaire Sur.
Nuevamente tuvimos que dar otro rodeo para poder acercarnos un poco a este dolmen, ya que había unas cuantas vacas pastando a su lado. Gemma y yo nos quedamos un poco alejados y la encargada de acercarse para sacar la foto fue Judit. Este dolmen ha sido reconstruido y solamente se conservan las piezas laterales.
Desde el dolmen, ponemos un rumbo de 134º en la brújula y caminamos 430 metros y llegamos al último menhir de la ruta, pasando junto a una majestuosa haya.
El Menhir de Legaire Sur.
Tiene una altura total de 3,3 metros, y un peso de 1.500 kilos. Fue recolocado en esta posición en el año 2018.
Después de ver el último monumento megalítico de esta ruta, en total han sido 17, caminamos 170 metros con un rumbo de 145º, y salimos a la pista de tierra por la que llegamos al parking, giramos hacia la izquierda siguiendo la pista y llegamos al coche en un momento. Una excursión muy interesante y con poca dificultad física, pero en la que deberemos llevar un gps para orientarnos para poder ver todos estas joyas megalíticas, ya que no hay indicaciones ni marcas de cómo llegar de un punto a otro.
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