Por increible que parezca, hoy vamos a tener un día soleado, sin nubes, sin lluvias, sin aire, todo un lujo jejeje, así que vamos a hacer una ruta que pinta muy, pero que muy chula, subiremos hasta el Orkatzategi, y de bajada pasaremos por el Ojo de Aitzulo.
Para llegar al punto de inicio, tenemos que ir hasta Araotz, como referencia, también podemos tomar las Cuevas de Arrikrutz, que podemos combinar su visita junto a esta ruta, pero para eso tenemos que tener muy en cuenta el tiempo que tardaremos en hacer esta ruta.
Una vez que tomemos el desvío para ir hasta las Cuevas de Arrikrutz, las pasamos, continuamos por la carretera y, a mano izquierda, veremos una señal para ir hasta la zona de aparcamiento, un poco antes de la zona urbanizada. Así que bajamos por el desvío y dejamos el coche en la zona habilitada para aparcar.
Cuando estemos preparados: mochila, botas, bastones, comida, agua ... subimos hasta la carretera y avanzamos por ella.
Pasamos junto a unos enormes y preciosos caseríos.
A la que llevemos unos 600 metros caminado por la carretera, giraremos a mano derecha siguiendo las marcas del PR, blanco y amarillo. Tenemos que subir por donde está la señal de calle sin salida, justo al lado hay otro camino que sube junto a una señal de dirección prohida, por esa no hay que ir.
Esta parte es la más dura de toda la ruta, una subida de casi 2,5 kilómetros por carretera que se llega a hacer eterna.
De camino, pasamos junto a un Caserío de Agerre, otro pequeño nucleo diseminado de Araotz. Menuda pendiente que tiene esta carretera ... bufff.
Este tramo tiene una pendiente muy pronunciada, así que vamos a ir notando los gemelos, isquiotibiales, cuádriceps, biceps, triceps ... además de otros músculos del cuerpo que ni siquiera sabíamos que existían, es bastante duro. También necesitaremos un buen par de pulmones, y algún otro de reserva.
La subida por fin llega a su fin, ha sido realmente dura, nos ha llevado 45 minutos hacer este tramo, pero a medida que subíamos y mirábamos las vistas, el esfuerzo quedaba compensado. Queríamos hacerla del tirón, pero al final hicimos una parada técnica para recuperar el aliento más o menos a mitad de la subida.
Ahora salimos al Parque Natural de Aizkorri-Aratz, donde probablemente nos encontraremos con caballos pastando a sus anchas. En esta zona hay muchísimos coches aparcados, así se ahorran toda la subida inicial. Desde aquí podemos hacer un pequeño desvío para acercarnos hasta la Ermita de Santikurutz, que nos queda a unos 400 metros a la izquierda.
Después de visitar la ermita, volvemos hasta el cartel del parque natural, y seguimos hacia nuestra derecha por un camino de piedras.
Ya recupuerados, Judit y yo nos atrevemos a hacernos una foto.
El camino pasa entre un cercado para ganado, a nuestra izquierda, y un mojón situado a nuestra derecha. A partir de ahora, ya no volveremos a ver ningún signo de civilización hasta que lleguemos a Araotz al regreso.
Delante nuestro ya podemos ver el Orkatzategi.
Entramos en una zona con unas campas donde hay muchos caballos comiendo a sus anchas. Son muy tranquilones, pero aún así, por precaución mantenemos unos metros de distancia con ellos.
Después de las campas, llega la segunda parte más difícil de la ruta, la subida al Orkatzategi, aunque después de la primera subida, esta nos parece muy poca cosa. Solamente son 250 metros, pero durillos.
Otro esfuerzo y llegamos a la cima del Orkatzategi. Desde aquí las vistas son una pasada. Delante nuestro el embalse de Urkulu Urtegia.
Para señalizar el punto más alto del Orkatzategi, un buzón con un hacha clavada en él, a ver quién la puede arrancar jejeje.
Orkatzategi (861 metros).
Ahora que ya hemos alcanzado el punto más alto de toda la ruta, todo lo que nos queda es bajada.
Vamos bajando hacia nuestra izquierda para ir a buscar el sendero que nos llevará hasta el Ojo de Aitzulo.
El sendero de bajada está bien definido. No tiene ninguna dificultad técnica, solo hay que ir vigilando donde ponemos el pie para no resbalar o tropezarnos con piedras o raices.
A unos 800 metros del Orkatzategi, veremos a nuestra derecha el Canal de Aitzgain, ahora mismo sin nada de agua.
Antes de llegar al canal tenemos un pequeño destrepe, es lo más complicado que nos vamos a encontrar en toda la bajada. Al terminar este destrepe, a mano derecha tenemos el Túmulo de Aitzgain, se trata de una sepultura prehistórica. Tiene unos 13 metros de diámetro y 1 metro de altura, y está casi tapado por completo por la vegetación, lo cual puede complicarnos un poco verlo, a pesar de sus dimensiones.
Una hembra de grillo paseando por en medio del camino, menos mal que la hemos visto, casi la pisamos. Se diferencia de los machos por tener un enorme aguijón que sale en la parte final de su abdomen.
Dejamos el túmulo detrás nuestro y continuamos bajando por el sendero.
Casi a un kilómetro del túmulo de Aitzgain, el sendero tiene un desvío hacia la izquierda.
Se trata de un pequeño y muy estrecho sendero que nos llevará hasta el Ojo de Aitzulo. Mientras pasábamos por aquí nos cruzamos con un grupo de casi 50 personas ... más que grupo, parecían una pequeña manifestación jejeje.
El camino se vuelve ancho y llegamos a la entrada al Ojo de Aitzulo.
Primero pasamos por un pequeño ojo. Entre las piedras podemos ver las marcas de pequeño recorrio o PR.
En el horizonte, a lo lejos, el enorme Ojo de Aitzulo, desde aquí no se puede apreciar bien, así que bajamos más para poder verlo bien. Casualidades de la vida, nos encontramos con unos chicos de Mataró y Argentona que también estaban haciendo esta ruta. La gente del Maresme somos como una pequeña plaga que se extiende por todos lados jajajaja.
La depresión que ha formado este ojo es ... enorme.
Ahora sí que podemos ver en su totalidad el Ojo de Aitzulo ... ¡¡¡vaya pasada!!! La altura de este ojo es de unos 60 metros ... brutal.
Si vamos por la izquierda, podemos acercarnos hasta donde se corta el camino, solo apto para personas que no tengan vértigo.
Una última foto para inmortalizar este momento.
Volvemos hasta el punto donde entramos al Ojo de Aitzulo, y ahora, seguiremos por la izquierda, siguiendo las marcas del PR.
Pasaremos por un tramo con bastante piedra kárstica, donde tendremos que hacer alguna pequeña grimpada y desgrimpada, nada complicado.
Dejamos el tramo pedregoso y salimos del bosque para continuar por el camino.
Continuamos bajando sin parar. En total son unos 520 metros de desnivel positivo/negativo a superar en toda la ruta, casi nada.
En el cielo hay alguna que otra nube, y a lo lejos podemos ver la silueta de un enorme buitre leonado, muy comunes en esta zona.
Ahora el sendero de bajada se aleja un poco del bosque, que nos queda a la derecha.
Pasamos por una zona donde hay muchas abejas recolectando miel, así que pongo a prueba el macro de la cámara de fotos y consigo esta instantánea.
Llegamos a una zona con grandes helechos y arbustos varios.
Más adelante cruzamos una puerta metálica para impedir el paso del ganado, como siempre, dejarla bien cerrada una vez que hayamos pasado.
Poco antes de llegar de nuevo a Araotz, llegaremos a una zona con diversas esculturas y figuras de madera muy interesantes.
Continuamos bajando junto a la valla metálica.
Llegamos a las primeras casas de Araotz y cambiamos la tierra por el asfalto.
Vamos siguiendo las marcas del PR, pasamos junto a un pequeño abrevadero lleno de renacuajos, y mientras bajamos nos cruzamos con unas ovejas que vuelven a su establo.
Cuando vemos de nuevo la carretera, giramos hacia la izquierda para volver al parking.
Caminamos unos metros y llegamos de nuevo a la zona de aparcamiento, dando por finalizada esta excursión. Una ruta en la que deberemos estar en buena forma. La subida inicial, y la subida al Orkatzategi son bastante exigentes físicamente, aunque si no es así, deberemos hacer bastantes paradas para poderlas hacer sin sufrir demasiado. Salvando estos dos puntos, el resto de la ruta se puede hacer sin mayor dificultad. Las espectaculares vistas desde el Orkatzategi, y como no, el Ojo de Aitzulo, merecen la pena el esfuerzo que nos va a suponer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario