Como esta mañana la visita al Flysch calcáreo de Sakoneta ha sido más cortita de lo que nos esperábamos y nos ha sobrado tiempo, nos ha dado tiempo de volver a Delika para comer, y pegarnos una buena siesta, así que ahora por la tarde, vamos a estirar un poquitín las piernas en una ruta muy sencillita, sin apenas desnivel alguno, la Vía Verde de Arrazola.
Para llegar al punto de inicio, tendremos que desplazarnos hasta Axpe Atxondo.
Nosotros dejamos el coche en la Carretera de Arrazola / BI-4332.
Luego, fuimos por la Ziarreta Kalea, y pasamos por una zona de juegos infantiles.
Atravesamos un puente que pasa por encima del Río Arrazola.
Y llegamos al inicio de la Vía Verde de Arrazola.
Al inicio de la ruta, a la izquierda tenemos un panel informativo sobre el recorrido que vamos a hacer. Se trata de una ruta lineal (mismo recorrido para la ida y la vuelta) de 10 kilómetros, con un desnivel positivo de 170 metros. A nosotros, tomándonoslo con mucha calma, nos ha llevado 2 horas y media en total. A la derecha del inicio, hay unas señales que nos avisan de las normas a seguir en esta vía verde: perros atados, no dar de comer a los animales, procurar no hacer ruido al estar en un entorno rural, y prohibido circular en bicicleta.
Una vez tomamos notas de las normas a seguir, empezamos este suave paseo.
A nuestra derecha, imponente y destacando en el paisaje el Anboto (1.331 metros).
Durante todo el recorrido nos vamos a ir encontrando diferentes paneles informativos para conocer un poco a fondo esta senda que recorre los pasos del antiguo ferrocarril minero que unía Atxondo y Apatamonasterio. Al poco de empezar, cuando pasemos por un puente sobre el Río Arrazola, veremos un panel sobre el arroyo Arrazola. Más adelante, al entrar en el Barrio de Marzana, encontraremos otro panel dedicado a este conjunto de tradición medieval.
Dejamos detrás el barrio de Marzana y atravesaremos la BI-4332 por primera vez, así que como nos indican las señales, cuidado y mirar antes de cruzar.
Al volver a entrar en la Vía Verde de Arrazola, vemos las mismas señales con las normas a seguir en esta senda.
Y el mismo panel informativo del inicio de la ruta.
Un poquito más adelante, tenemos una pequeña zona recreativa con juegos infantiles, una fuente de agua, y lavabos públicos. Hasta que no lleguemos al final de la ruta, no volveremos a encontrar lavabos. También hay mesas y bancos de madera, pero con el sol que cae esta tarde, va a ser que no apetece mucho sentarse.
Volvemos a pasar por otro puente sobre el Río Arrazola. En los postes están pintadas las marcas del GR-229 "Mikeldi". Un GR de 5 etapas con un recorrido total de 86 kilómetros que recorre la comarca de Durangaldea.
Bajo nuestros pies, el Río Arrazola. Se trata de un afluente del Ibaizabal, que lo conforman los numerosos riachuelos que bajan de los montes cercanos. Antiguamente había molinos y ferrerías que aprovechaban los saltos de agua de este río.
A nuestra izquierda, pasaremos junto a un tramo al que podemos acceder al río para refrescarnos un poco si nos apetece. Barbie y Maya ni se lo pensaron jejeje.
A las chicas les está encantando esta ruta, muy suave y con unas vistas y paisajes preciosos.
Pasamos junto a un estropeadísimo panel informativo del Valle de Atxondo que apenas se puede leer a nuestra derecha, y más adelante, a nuestra izquierda, otro panel informativo quemado por el sol, en el que creo que se explica algo acerca del ferrocarril que circulaba por esta senda.
Justo delante de este malogrado panel, un poste donde nos indica varias direcciones, nosotros seguiremos rectos por el PR-BI 85, dirección Arrazola.
Continuamos y volvemos a atrevesar una carretera, en este caso la BI-3313, muchísimo menos transitada que la BI-4332, pero no por eso, hemos de estar menos atentos al cruzarla. Antes de cruzarla, a la derecha del camino, un panel informativo del Parque Natural de Urkiola.
Al otro lado de la carretera, a la izquierda del camino, un panel informativo de la Ermita de Santiago, a la que podemos llegar si bajamos unos 100 metros por la carretera.
Nosotros continuamos por esta maravillosa ruta y ... Maya aprovecha que tiene una porteadora para descansar un ratito, es lo que tiene ser la más viejita y pequeñaja del grupo, que se cansa y pide que la llevemos en bracitos.
Una pequeñita subida en el camino y nos acercamos a otro precioso caserío donde están enseñando a perros pastores. Como nota informativa, en el cruce que pasamos anteriormente, donde estaba el panel del Parque Natural de Urkiola, esa carretera nos lleva hasta el barrio de Axpe, donde se celebra el campeonato de perro pastor en Euskal Erria.
Poco antes de llegar al caserío, vemos un pajar. Es la forma de almacenar la paja, heno u otros vegetales a fin de alimentar a los animales. Con estas formas, se obtiene cierta protección de los fenómenos atmosféricos, y se consigue conservar, en la mayor medida posible, las cualidades nutricionales del producto.
Llegamos al kilómetro 3 de la Vía Verde de Arazola, ya solo nos quedan 1,6 kilómetros para llegar al final.
Entramos en una zona donde los árboles nos protegen del sol, y junto a unos bancos a nuestra izquierda, tenemos otro panel informativo sobre la vegetación a lo lago del camino.
Salimos de este pequeño tramo boscoso, y a lo lejos, divisamos el campanario de la Iglesia de San Miguel.
Antes de cruzar un puente sobre la BI-4332, un poste indicativo y un panel informativo. Nosotros seguiremos rectos, sin hacer caso a las indicaciones de este poste. Tras este poste, tenemos una espectacular imagen del Anboto. El monte Anboto, es la morada de Mari, uno de los seres mitológicos más
importantes de la mitología vasca. Anbotoko Mari, diosa de la naturaleza,
ser mitológico anterior a la religión cristiana, fue uno de los grandes
iconos místicos de los vascos, y lo sigue siendo.
El panel informativo nos explica muy brevemente la historia del Caserío Urrutia, uno de los más antiguos de Bizkaia. Su parte trasera data del siglo XVI, y su parte delantera fue construida en 1760.
También encontramos la segunda fuente de la ruta, así que aprovechamos y nos refrescamos un poco y les damos de beber a las perras.
Desde donde estamos, solo alcanzamos a ver la parte trasera de este enorme y antiguo caserío.
Gemma y Judit con el Caserío Urrutia al fondo.
Al terminar de cruzar este puente, a mano izquierda un panel informativo sobre la Iglesia de San Miguel.
Desde la vía verde, solo se alcanza a ver la torre del campanario. Este templo se construyó en 1510 sobre una pequeña ermita. La torre de las campanas se hizo en el año 1791. Junto a esta iglesia, se desarrolló el antiguo poblado minero de Arrazola.
Pasada la iglesia, a mano izquierda, otro panel casi borrado en su totalidad por el sol. En esta ocasión nos explica la historia del Molino de Ibarra, un molino hidráulico del siglo XVIII.
Kilómetro 3,5.
Volvemos a cruzar la BI-4332.
Y pasamos junto a un granja de pollos criados en libertad. Un cartel ya nos avisa que no tenemos que molestarlos ni darles de comer, por suerte Barbie y Maya no les hacen ni caso.
Llegamos al kilómetro 4, ya solo nos quedan 600 metros para llegar al final.
Junto a la valla que nos separa de los pollos, vemos un cartel que nos indica que a 20 metros tenemos la Panarra Okindegia, una panadería artesanal con un tradicional horno de leña, donde podemos comprar unos panes y bollos deliciosos.
Justo en el punto donde se juntan la vía verde y la BI-4332, es por donde nos hemos de desviar hacia la derecha para llegar a la Panarra Okindegia.
Caminamos un poquito más y entramos en otra zona boscosa, donde vemos el panel informativo del Caserío Oiargane. Un caserío de planta cuadrangular, con una inscripción en sus muros del año 1519, la fecha inscrita más antigua de toda Bizkaia.
Junto al panel, la tercera fuenta de la ruta.
Más adelante, a la derecha del camino, la Ermita de San Roque.
Una hermita humilladero construida entre los siglos XVII - XVIII. El día 16 de agosto, festividad de San Roque, se celebra misa cantada y romería popular. Además de la imagen de San Roque, esta ermita cuenta con las imágenes de la Virgen del Niño y San Bartolomé.
Ya llegamos al final de la Vía Verde de Arrazola.
Una vagoneta del ferrocarril nos recuerda el origen de esta vía verde.
Junto a la vagoneta, un panel informativo del Ferrocarril de Arrazola. Se inauguró el 1 de febrero de 1904, y hasta 1925 transportó el mineral de hierro, plomo y cobre que se extraía de las minas de Arrazola hasta Apatamonasterio. Cuando cerraron las minas, siguió funcionando hasta 1950, transportando madera y personas. La locomotora a vapor con la que empezó a funcionar este ferrocarril, se llamaba Aurrera, que significa "adelante".
Al terminar la ruta, tenemos otro panel idéntico al que vimos en Axpe Atxondo, por si la empezamos desde aquí.
Y un último panel informativo con alguno de los nombres que los mineros les ponían a las minas de Arrazola, y los planos de tres minas. La más importante de todas fue La Triunfante, que llegó a tener más de 150 trabajadores, la mayoría de ellos asturianos.
Y tras 4,6 kilómetros desde el inicio de la vía verde, llegamos al final de la misma. Aquí tenemos lavabos a unos 50 metros, y a la derecha un bar donde nos podemos tomar algo si nos apetece para afrontar el regreso al punto de inicio. Una ruta sencilla y muy bonita, apta para todas las edades.
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