Para completar una mañana en la que antes hemos hecho un cim cortito, La Morella, ahora nos dirigimos a Esplugues de Llobregat para hacer Sant Pere Màrtir. Un cim fácil y cortito, pero ideal para combinarlo con otro que esté cerca.
Para llegar podemos ir por la Ronda de Dalt y tomamos la salida 1B si venimos desde El Llobregat o la 12 si venimos desde El Besós. Subimos por la Avinguda Esteva Fontanet y giramos a la izquierda al final, luego giraremos a la derecha por el Carrer Ferrer i Bassa. Seguimos rectos hasta llegar a la Plaça Mieria, y allí aparcamos donde mejor veamos.
Pasada la Plaça Mireia, subimos unos metros con el coche y aparcamos donde podamos. Hay sitio de sobras para dejar el coche.
Nos preparamos y empezamos a subir por el lado izquierdo de la carretera, hay un camino de tierra.
A los pocos metros empezaremos a encontrar indicaciones.
Al llegar al Club Ciudad Diagonal, seguiremos por la izquierda, por la pista de tierra.
Al empezar la pista encontraremos otro indicador donde ya aparece indicado Sant Pere Màrtir.
A partir de aquí ya no pueden circular vehículos a motor, aunque nos podemos encontrar con bastantes bicletas de montaña que bajan a toda pastilla.
Esta zona es un área de pasto controlada, así que nos toca llevar a las fieras atadas. No sea que aparezca un rebaño de cabras o ovejas y Maya se transforme en un lobo feroz y se coma a alguna.
La vegetación en esta parte de la montaña se reduce a matojos, no hay árboles y el sol pica de lo lindo. En invierno puede ser una muy buena opción. Ahora en verano ... demasiado calor.
Cuando lleguemos al final de esta cuesta, ya veremos Sant Pere Màrtir, pero por si nos queda alguna duda de por donde queda, podemos mirar en otro indicador que hay.
Las vistas de Barcelona son impresionantes.
Nuestro objetivo al fondo, las ruinas de Sant Pere Màrtir. Y ni una sombra donde resguardarse del sol.
La subida hasta la torre de vigilancia, que hay al lado del cim es por terreno pedregoso.
Si miramos atrás, veremos el Tibidabo y la torre de Collserola.
A mitad de la última subida, a mano izquierda tenemos un pequeño camino que va por debajo de estos pinos blancos, así que aprovechamos esta sombra que nos brinda la naturaleza.
Los últimos metros de la subida son bastante pronunciados, así que nada mejor que utilizar la tracción doberman para terminar la cuesta.
Llegamos arriba y vemos el cartel de la torre de vigilancia G.
Un panel informativo donde nos explica la historia de este cim.
Los ciclistas son muy abundantes por esta zona, aunque a estas horas solo nos cruzamos con un valiente que baja a toda pastilla ese pedazo de cuesta.
Una placa conmemorativa a Sant Pere Màrtir, hoy en día en ruinas.
Otro cim más para la colección, ya nos quedan menos!!!!
La torre G, o Golf. El guarda está dentro vigilando toda la zona, desde arriba se ve casi todo.
Después de ver las ruinas de Sant Pere Màrtir, volvemos al camino y giramos a la derecha, dirección a las baterías antiaéreas.
La imponente torre de telecomuncaciones ... lo siento, pero es un pegote en el paisaje. Aunque luego a todos nos gusta tener señal en el móvil.
Casualidades de la vida, Judit encontró el vértice geodésico, que en vez de estar en lo más alto, se encuentra en el suelo, en mitad del camino.
Celebrando el hallazgo. El resto habíamos pasado por encima de la señal y no la vimos.
La torre de telecomunicaciones de Collserola y el parque de atracciones del Tibidabo.
Unas espectaculares vistas de Barcelona, con la Torre Mapfre y el Hotel Arts al fondo
Si queremos ver la batería antiaérea, bajamos por la izquierda unos metros, luego volvemos y seguimos el camino por la derecha.
A partir de aquí todo es bajada, se acabó subir más.
Desde esta parte, vemos El Prat de Llobregat y si nos fijamos bien, la pista del aeropuerto, pudiendo ver algún avión despegar o aterrizar.
Nuestra cachorrona aprovecha para descansar un poco bajo la sombra de un pino.
Y el resto de la cuadrilla ... selfie!!!
La calima hace que se vaya perdiendo la visibilidad a lo lejos.
Tendremos pocas sombras en el tramo que nos queda, así que hay que aprovechar las que encontremos para descansar unos segundos y hidratarnos mientras bajamos.
Tenemos que dar un pequeño rodeo al no poder atravesar esta finca. Más arriba se puede bajar campo a través por un atajo bastante oculto. La bajada es muy pronunciada, así que optamos por seguir por el camino, la seguridad lo primero.
Llegando al final de este pequeño rodeo de un kilómetro.
Ahora seguimos por un tramo del PR-C 171, que va por esta parte de la Carretera de les Aigües.
El repetidor nos queda un poco lejos, aunque ahora tendremos que volver hacia él.
Otra agradecida sombra donde paramos un poco. El sol es abrasador.
Curioso puente por el que hemos de pasar. Si hubiéramos ido por el atajo, nos lo habríamos perdido.
Nuestra pequeña Maya, a pesar que es un perro mexicano acostumbrado al calor ... saca la lengua igual que su hermanita Barbie.
A unos doscientos metros al dejar la pasarela, vemos un desvío, dejaremos esta pista asfaltada y volveremos a pisar la tierra, iremos a la derecha a buscar la Plaça Mireia.
Solamente son 500 metros hasta la Plaza, pero ... con cuatro sombras contadas, así que aceleramos un pelín el paso para llegar cuanto antes.
Nuestro destino final ya está a la vista. Al acabar el camino tenemos unas fuentes donde nos podemos refrescar un poco.
Atravesamos la cadena, salimos a la Plaça Mireia y ya podemos dar por terminada la actividad. Un cim fácil y rápido, con espectaculares vistas de todo el Barcelonés. Ideal para combinar con otro que esté cerquita.
FOTOS
DESNIVEL
MAPA
TRACK GPS
Distancia: 3 kilómetros.
Desnivel: 120 metros.
Duración: 1 hora 30 minutos.
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