Para hacer este cim, iremos hasta Viladecavalls. Desde la C-58, al
pasar por la salida 23, seguiremos rectos por la izquierda, por la C-16
dirección Andorra / Manresa / Montserrat durante unos 2,7 kilómetros
hasta llegar a la salida 26, dirección B-245/Olesa de
Montserrat/Viladecavalls.
En unos 250 metros llegaremos a una rotonda y iremos por la segunda salida, dirección Estació / Sant Lluís. Luego a unos 350 metros giraremos a nuestra derecha pasando por un tunel debajo de las vías del tren.
Una vez que pasamos el tunel, seguimos rectos y al llegar a las
primeras casas veremos un indicador hacia Can Buixeres, así que
giraremos a la derecha y seguiremos siempre hacia arriba durante casi
dos kilómetros hasta que se acaba la carretera y empieza la pista de
tierra, aparcando el coche donde menos moleste.
Desde donde dejamos el coche, seguiremos por la pista de tierra
dirección por el Camí de Sant Margarit.
Hay un gran indicador que nos
lo señaliza, así como muchos otros destinos.
Los primeros metros de la
pista son muy sombríos, pero rápidamente se abre el camino y estaremos a
pleno sol.
En unos pocos metros desde que salimos del coche, llegaremos a este
cruce, donde iremos por la derecha.
Subiremos por el Camí Romeu de
Viladecavalls a Montserrat.
Durante la subida veremos marcas rojas y
blancas sobre las piedras, aunque el camino no tiene pérdida.
Hay tramos bastante estrechos debido a la vegetación, pero aún así se
pasa bien.
Llegaremos a un tramo donde el camino deja de subir y se
ensancha.
Seguiremos subiendo unos metros más esquivando a los árboles
caídos.
Saldremos a una ancha pista de tierra donde giraremos a la
derecha.
En pocos metros de ir por la pista, veremos un sendero bastante
desdibujado que va dirección al Coll de Can Margarit, iremos por él.
Al
poco de ir por este camino, veremos una bifurcación, iremos por el
camino de la izquierda, nada más pasar el pino con la marca roja y
blanca.
Hay una fita que nos ayudará a identificar el camino a tomar.
Ahora
volvemos a subir durante unos minutos.
Hasta que llegamos otra vez a
una zona boscosa donde el camino se vuelve algo más llano, aunque no
deja de subir.
Atravesamos el bosque y llegaremos al Turó dels Quatre Termes.
Y si nos
cansamos, hacemos un pequeño alto en el camino para recuperarnos jeje.
Llegaremos a este cruce de caminos, con una gran charca utilizada como
piscina olímpica por los jabalís del bosque.
Seguiremos rectos para ir
a buscar el camino que sube el Turó d’en Ros.
Perfectamente señalizado
con postes indicadores y esta curiosa fita.
La primera parte de este último tramo de subida es entre los árboles y
bastante sombría.
Luego el camino se vuelve pedregoso y la sombra
desaparece por completo.
Salimos a una explanada justo delante de esta
estación de telecomunicaciones, así que aconsejo ir deprisita para que
las ondas no nos derritan el cerebro.
Vamos por un caminito que hay a la derecha, justo pasada la estación y
llegamos al Turó d’en Ros.
Para regresar volvemos a bajar por donde
hemos subido, hasta llegar al cruce donde estaba la charca.
Y si de
bajada estamos cansados, una pequeña siesta a la sombra para
recuperarnos.
Una vez que llegamos donde está la charca, seguimos bajando por el
camino que hay a la derecha.
La bajada tiene bastante desnivel y con
muchísimas piedras sueltas, así que despacito y buena letra.
Una
ayudita a los más peques para que no se caigan tampoco les irá mal.
Cuando acabe la bajada, veremos un camino que sigue por la izquierda,
no iremos por él, seguiremos bajando por la derecha.
Ahora seguiremos
en línea recta por el camino.
Llegaremos a una explanada donde
avanzaremos por el camino que va por la derecha dirección a Can
Buxeres.
Bajamos un poquito más por esta pista, en la que podemos cruzarnos con
algún coche.
Y seguimos un poquito más hasta que lleguemos al punto
donde dejamos el coche al inicio de esta sencilla y bonita excursión.
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