Aprovechando las fuertes lluvias que hemos tenido durante la semana, hoy vamos a hacer el Barranc del Diable, un precioso y largo barranco de conglomerado.
Para hacer este barranco, será mejor su previa planificación, ya que si no lo hacemos cuando lleva agua, es un auténtico peñazo. Igualmente, hay que tener en cuanta que se trata de un barranco muy largo en el que se necesita una larga combinación de vehículos, y nos llevará en total entre seis y siete horas desde que dejamos el primer coche hasta que regresemos a él con el segundo coche.
Vamos hasta Senterada y cuando estemos delante de Casa Leonardo, giramos
a la derecha por la L-503 dirección La Pobleta de Bellveí. Después de
unos dos kilómetros, a mano derecha veremos una gran explanada con una
turbina eléctrica y un panel de información donde podemos dejar el
primer coche. Con el segundo coche, volvemos hasta Senterada y giramos a
la derecha para ir por la N-260
Pasados 5,9 km. giraremos a la derecha para subir hasta Sarroca de
Bellera (L-521), y luego solo tendremos que seguir por la carretera unos
4,5 km. hasta llegar a una curva donde a nuestra izquierda hay una gran
balsa para los animales, en esa curva se puede aparcar perfectamente.
Desde la curva donde aparcamos el segundo vehículo, hay un camino que baja
directo al lecho del río. Nos equipamos y empezaremos el descenso de
este precioso barranco.
Una vez que llegamos al agua, que nos llevará menos de cinco minutos, tendremos que pelearnos durante aproximadamente un kilómetro con con ramas, raices y demás maleza hasta empezar el barranco en sí, más o menos este farragoso tramo nos llevará una media hora.
El barranco empieza a cerrarse, la vegetación cada vez es más escasa y llegamos al primer resalte del barranco, 4 metros.
A los pocos metros del destrepe, el primer rápel del barranco, 6 metros con su instalación en la derecha, dos chapas colocadas en el paleolítico a juzgar por el mal estado de conservación de las mismas.
Toca caminar un poco hasta llegar al siguiente rápel.
Si la instalación del primer rápel no dejó un poco con mal cuerpo, la de este tampoco nos dejará indiferentes, más bien nos dejará un poco acojonados. Las dos chapas que vemos en la foto, se mueven más que un garbanzo en la boca de un viejo, el cordino que las une, casi podrido, y de allí sale una cinta plana que va hasta la chapa que está colocada justo en medio del cauce, en una roca justo debajo del agua ... alucinante.
Apretamos un poco las tuercas de las chapas, ya que estaban bastante flojas, y si las hubiéramos apretado a muerte quizás las hubiéramos partido por el elevado grado de oxidación, apretamos el maillón de la chapa por la que se rapela, la que está en medio del agua y rogamos a San Barranco que no nos pasara nada al bajar este rápel de 12 metros.
Con todo el cuidado del mundo y procurando no forzar mucho la chapa por la que bajábamos, uno a uno conseguimos superar este rápel sin problemas.
Pep y Toni están más tranquilos después de pasar este rápel, aunque todavía no tienen ni idea de lo que nos espera más adelante, mejor dicho, ni ellos ni nosotros.
Un destrepe de 6 metros será nuestro siguiente reto, es un pelín
expluesto, así que si no lo vemos claro, podemos montar desde un árbol
que hay en la izquierda orográfica.
Preciosos y estrechos pasillos donde la luz dá más belleza a este barranco.
Pequeño resalte.
Otro tramo con las paredes muy juntas entre sí.
A nuestra izquierda veremos el último rápel del Barranc de Sant Genís, una preciosa cascada de unos 40 metros, Adrià tenía tanto calor que se puso debajo de todo el chorro de agua a ver si se refrescaba un poco. Llegar hasta aquí desde que entramos en el barranco nos ha llevado 1 hora y media aproximadamente.
Atrás dejamos un pequeño rápel de unos cinco metros, las instalaciones, mejor no hablar de ellas.
Ahora tenemos un rápel de 7 metros instalado a nuestra derecha.
La instalación de este rápel es medio aceptable, pero se baja bastante bien.
A pesar que se parece mucho a una foto que aparece un poco más arriba, no se trata del mismo sitio, es otro pequeño destrepe casi déntico al que sale seis fotos más arriba.
Y ahora un divertido destrepe de cinco metros en el que podemos lucir nuestras habilidades para bajar en oposición.
En lo más alto de las paredes, podemos ver el mítico Pont del Diable.
Otro estrecho y oscuro pasillo donde apenas llegan los rayos de luz.
Llegamos a un resalte de unos 4 metros donde tenemos una viga y un gran troco empotrados que nos facilitarán un poco el destrepe.
Otra joyita que vemos en el barranco y de la que no nos debemos colgar. Aquí la chapa está totalmente oxidada y cubierta por el musgo.
El barranco se abre un poco y empiezan a pasar un poco más los rayos del sol.
Destrepe donde se han acumulado unos cuantos troncos que arrastró la última crecida.
En este punto donde el barranco se vuelve un poco más ancho, a nuestra derecha podemos ver el final del Barranc de Llavaneres.
Último rápel del Barranc de Llavaneres, volveremos otro día para hacerlo.
Desde el último rápel del Barranc de Sant Genís hasta aquí, hemos tardado 45 minutos.
Continuamos bajando y llegamos a otro rápel, el penúltimo del Barranc del Diable, en el que para variar tenemos una instalación de "aventura extrema", una chapa oxidadísima con un maillón aceptable que colocaron la semana pasada los chicos del T.E.C. Para redondear la instalación, su segundo punto de seguridad es un cordón, que no cordino atado a un arbolito situado un poco más arriba. Nos encomendaremos nuevamente a San Barranco para que no nos pase nada al bajar este rápel.
Adrià prepara la cuerda y con mucho cuidado baja el primero sin percance alguno.
Aunque no se me vea, yo soy el que está justo debajo del agua jejeje.
Pep, Adrià y Toni, las víctimas que me he buscado para el barranco de hoy.
Un enorme bloque empotrado unos metros más arriba nuestro. Ha quedado perfectamente encajado.
Ahora un inmenso tronco que ha caído al cauce, hay que remojarse un poco el culo para pasar por debajo suyo.
Este punto del barranco, que ahora se ve totalmente despejado, actualmente está cubierto de troncos, semanas después de bajarlo hubo unas lluvías muy fuertes y este lugar está totalmente taponado, hay un inmenso tapón de unos 10 metros de longitud por 5 metros de altura de troncos y rocas que arrastró la última crecida. Cuando volvimos a hacer el Barranc de Llavaneres, pasar este tramo fue como los laberintos que habían en los parques infantiles de los años 80.
Dos cráneos de corzo perfectamente limpios, nada que ver con la cantidad de cadáveres de jabalís, algunos de ellos en avanzado estado de putrefacción que hemos ido viendo a lo largo del barranco. Justo encima del barranco hay un coto de caza, y cuando los cazadores persiguen a los animales, los pobres en su afán de huir acaban cayendo a esta trampa mortal que es el Barranc de Diable, si tiene suerte mueren en la caída, si no, les espera una muerte agónica hasta expirar su último aliento de vida.
Destrepe con troncos que resbalan un montón. Aquí Adrià resbaló y se pegó un talegazo que nos hizo pensar que se había partido las costillas, por suerte no tuvimos que lamentar ninguna lesión, todo quedó en un susto.
Toca bajar en oposición.
Últimos pasillos estrechos del barranco.
Resaltes facilones.
Y finalmente llegamos al último rápel del barranco, con unas instalaciones que se aguantan en pié de aquella manera.
Toni bajando el último rápel y yo esperando mi turno.
Último tramo de pasillos antes que el barranco se abra y termine en sí.
El barranco se abre por completo y pierde toda su verticalidad. Desde el último rápel del Barranc de Llavaneres hasta aquí, hemos tardado 1 hora y 15 minutos.
Contento y feliz por haber terminado el barranco sin incidentes.
Después de seguir por el cauce del río durante unos 2 kilómetros, llegamos al puente de
la carretera, donde poco antes de llegar, a mano derecha hay un camino
por el que podemos salir del cauce y llegar hasta el coche, esta parte nos ha llevado 1 hora.
Un barranco que se hace largo y pesado debido a la larga combinación de vehículos, la tediosa aproximación y retorno por el cauce a través de la maleza, y si tenemos la mala suerte de encontrarnos once jabalís muertos en la parte acuática, pues que más decir. A parte de eso y del pésimo y patético estado en el que se encuentran casi todas las instalaciones, cabe decir que es un precioso barranco en conglomerado.
FOTOS
DESNIVEL
MAPA
TRACK GPS
Distancia Barranc del Diable: 2 kilómetros 600 metros.
Desnivel Barranc del Diable: 500 metros.
Aproximación Barranc del Diable: 30 minutos (imprescindible 2 coches).
Duración Barranc del Diable: 3 horas 30 minutos.
Retorno Barranc del Diable: 1 hora.
Distancia total: 20 kilómetros 200 metros.
Desnivel total: 690 metros.
Duración total: 5 horas 30 minutos.
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